El 27 de febrero por la noche todo estaba preparado para dar el golpe contra la dominación haitiana, contando los dirigentes de la Revolución con el concurso de los batallones 31 y 32, así como con el apoyo de los hermanos Pedro y Ramón Santana, cuyo prestigio en el Este aseguraba el concurso de toda la región oriental.
La República Dominicana fue proclamada, en ausencia de Duarte, la noche del martes 27 de febrero de 1844 en la puerta de El Conde de la ciudad de Santo Domingo por Tomás Bobadilla, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Manuel Jiménez, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Gabino Puello, Félix María del Monte y otros patriotas.
El 27 de febrero es la fecha más patriótica de nuestra historia ya que un día como hoy pero de 1844 nuestros padres libertadores terminaron con 22 años de ocupación haitiana.
En los 22 años de ocupación los haitianos intentaron eliminar el idioma y las costumbres. Obligaron a publicar los documentos oficiales en francés y otras medidas que atentaban contra la esencia misma de las tradiciones y cultura de lo que vendría a ser más tarde el pueblo dominicano.
Aunque Duarte no estaba, los trinitarios no cejaban en sus acciones y en la causa de la libertad del país. Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y Vicente Celestino Duarte dirigían a los trinitarios, casi sin recursos, hacían circular las ideas en hojas manuscritas, para organizarse y sumar adherentes a las ideas separatistas.
El 16 de enero de 1844 fue redactada por don Tomás Bobadilla la Manifestación de los pueblos de la parte este de la isla, denominada antes Española o de Santo Domingo, en la que se enunciaban las causas de su separación de la República haitiana. Esta Manifestación sería la ley que regiría la república proclamada, hasta que se promulgara su constitución.
Esa noche del 27 de febrero de 1844 iban congregándose poco a poco, pequeños grupos de patriotas que provenían de las distintas zonas de la ciudad.
El comienzo de la acción separatista fue indicado por un trabucazo disparado por Matías Ramón Mella aquí, en la puerta de la Misericordia, y que fue oído por todos los habitantes de la ciudad.
Aunque Juan Pablo Duarte, el padre de la Patria, se hallaba ausente, la República Dominicana fue proclamada por Tomás Bobadilla, Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Vicente Celestino Duarte, José Joaquín Puello, Jacinto de la Concha, Cayetano Rodríguez, Félix María del Monte y otros patriotas, quienes expresarían a las autoridades haitianas su “indestructible resolución de ser libres e independientes, a costa de nuestras vidas y nuestros intereses, sin que ninguna amenaza sea capaz de retractar nuestra voluntad”.
La bandera dominicana ondeo libre ese día por primera vez. Había surgido de un proyecto presentado por Juan Pablo Duarte y que fue aprobado, el 16 de julio de 1838 en La trinitaria, donde se presentaban los colores y la forma de la enseña que representaría al nuevo estado, que se denominaría República Dominicana.
Gracias a la osadía de nuestros padres libertadores ondea soberana en la ciudad de Santo Domingo la bandera bordada por Concepción Bona, junto con otras damas como Baltasara de los Reyes y Ana Valverde. La cruz blanca es el símbolo de la lucha de los libertadores para legarnos una patria libre.
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