Sí, es muy triste mirarte al espejo y descubrir esa línea que antes no estaba alrededor de tus ojos; pero es más triste mirar la cartera vacía después de pagar esa crema antiarrugas que promete ser súper efectiva y que viene en un envase pequeñito, pequeñito. Y no me digas que no te ha pasado que recuerdas dolorosamente cada dólar de los ciento y tantos que pagaste, cuando te miras al espejo y descubres que no hay una arruga menos… ¡sino una arruga más! Frustrating.
Sí, hay productos cosméticos muy buenos, pero hay productos naturales que