Momentos
desesperantes se vivieron a bordo del vuelo AA280 de American Airlines,
que partió de Seúl rumbo a Dallas ayer, donde 14 pasajeros resultaron
heridos como consecuencia de la turbulencia que soportó la aeronave,
pero que no evitó que volaran objetos en su interior y lastimaran a
quienes se encontraban aferrados a sus asientos.
La tensión se vivió cuando la nave
sobrevolaba el océano Pacífico y fue sorprendida por ráfagas de viento
de 240 kilómetros por hora, que sacuderon el avión que transportaba 240
pasajeros y 15 tripulantes. El Boeing 777-200 despegó de Seúl pero no
pudo completar el trayecto. El piloto resolvió dar la vuelta y no
atravesar la tormenta que pudo resultar letal. Finalmente aterrizó en
Tokio.
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