El 28 de febrero del 1844, en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, durante la madrugada, Francisco del Rosario Sánchez lideró el histórico izamiento de la bandera nacional en la puerta erta del Conde, un acontecimiento trascendental en la historia del país.
En ese momento, la nación se encontró inmersa en la lucha por su independencia tras más de dos décadas de dominio haitiano.
Con determinación, Sánchez y los demás patriotas alzaron la nueva bandera dominicana y proclamaron el lema: ¡Dios, patria y libertad!
Este acto marcó el nacimiento de una nueva nación, establecida bajo un gobierno republicano y democrático, en una sociedad libre que rechazaba cualquier imposición extranjera.
El gobierno provisional, presidido por el jurista conservador Tomás Bobadilla y Briones, organizó de inmediato un ejército para que protejan la independencia recién lograda y enfrenten la contraofensiva de las tropas enviadas desde Puerto Príncipe.
En los días posteriores a la proclamación, todos los funcionarios haitianos abandonaron Santo Domingo, hecho que consolidó el inicio de la República Dominicana como un Estado soberano.
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