Se encaran un incierto cierre de año cuando es la temporada de mayores ingresos
Mientras las autoridades de Nueva York miran con preocupación los porcentajes de contagiados por la COVID en el estado y la ciudad, los pequeños negocios tiemblan. Una segunda ola de cierres en la ciudad para detener los contagios puede ser el fin para muchos de ellos.
En la Cámara de Comercio de Queens se calcula que la mitad de los negocios no sobreviva un segundo cierre, máxime cuando para muchos de ellos esta es la temporada en la que tradicionalmente tienen más ingresos.
Así lo explicó el presidente de esta cámara, Thomas Grech en la audiencia que celebró ayer el Comité de Pequeños Negocios del Concejo de la ciudad. Grech explicó que incluso si la segunda ronda de cierres es más breve que la primera de primavera para muchos restaurantes el 50% no podrá sobrevivir. Es un porcentaje que otros líderes de organizaciones consideraron posible en la misma audiencia.
Andrew Rigie, director ejecutivo de la NYC Hospitality Alliance, recordaba que miles de restaurantes han cerrado permanentemente y el resto “apenas sobrevive”. El resultado es que casi 150,000 neoyorquinos no han vuelto al trabajo y un nuevo cierre puede resultar en pérdidas de empleo que afecten a 90,000 trabajadores, justo cuando el empleo en el sector empezaba a recuperarse.
Quienes el lunes hablaron de la fragilidad de los pequeños negocios explicaron que a la vista de la situación creada por la pandemia y el avance de esta, es necesario que en Washington DC el Congreso y la Casa Blanca tengan en marcha medidas de estímulo a la economía que incluyan el Restaurant Act, una propuesta con ayudas financieras al sector.
El Congreso, no obstante, no llega a acuerdos y no lo hará en los próximos días porque ya está en el descanso de Acción de Gracias. El presidente, Donald Trump seguía ayer sin tener nada en su agenda pública, como en días precedentes.
“Sabemos que la ciudad y el estado no tienen recursos y lo prioritario es el estímulo (fiscal federal) que esperábamos que viniera antes de las elecciones, ahora me preocupa que la segunda ola sea devastadora para nuestros pequeños negocios”, explicaba Grech. Los restaurantes esperan que “cualquier limitación adicional en sus operaciones sea contrarrestada por políticas de la ciudad, el estado y del gobierno federal para apoyar financieramente”, explicaba Rigie.
En este sector en particular se lamenta que no se hayan visto datos de rastreos que apunten a que las muy reguladas actividades dentro de los locales causen las infecciones recientes.
El presidente del Comité de Pequeños Negocios, el concejal Mark Gjonaj, dijo que no quería que se cometieran los errores del primer cierre y cuestionó que desde el SBS (Small Business Services) se estuviera advirtiendo a los negocios que a pesar de las nuevas directrices de servicios y las inversiones que estuvieran haciendo se podrían cerrar sus actividades si suben los contagios.
El comisionado del SBS, Jonnel Doris dijo que se han enviado comunicaciones continuas en ese sentido y se ha estado sobre el terreno continuamente dando apoyo. Doris explicó que tanto el gobierno de la ciudad como el del estado están presionando para que en Washington se apruebe el alivio fiscal.
Gale Brewer, presidenta del condado de Manhattan, fue una de las varias panelistas que comentaron la necesidad de buscar soluciones a los locales vacíos, el problema de pagar los alquileres y una mejor estrategia a la hora de acceder a los préstamos PPP si se vuelven a aprobar, dando entrada a los CDFI.
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