Son muchas las personas que reciben correos como “acabas de ganar un premio”, pero para recibirlo tienes que ofrecer informaciones adicionales o depositar dinero en alguna cuenta bancaria.
Esto, claramente, es un indicio de que se trata de un correo electrónico fraudulento, mientras que otras personas reciben llamadas desde un número que luce ser idéntico (en todos sus dígitos) a la entidad bancaria a la que contactamos con frecuencia. Ahí te piden informaciones que ofreces sin detenerte a pensar y ocurre el engaño.
La Asociación Popular de Ahorros y Préstamos (APAP) posee una simple guía de tres pasos para identificar cómo debemos actuar en estos casos:
- Cuando se trata de un fraude, te solicitan datos confidenciales como nombre de usuario y contraseña, códigos de validación o credenciales de acceso a tu banco. Nunca el banco pedirá estos datos ni en persona ni por otra vía digital. Tú contraseña solo la debes tener tu.
- Requieren tus números de cuentas, tarjetas de crédito o débito y los dígitos al reverso de tu tarjeta. Recuerda que quien tiene estas informaciones, así como la fecha de vencimiento de la tarjeta, puede hacer compras por internet fácilmente y para pagar, por ejemplo, algunas consultas médicas en las que te piden estos datos por teléfono.
- Utilizan un tono de urgencia en la llamada advirtiendo que alguna de tus cuentas está en riesgo. En ese caso, no te desesperes, recuerda esta estrategia a la que apelan y llama tú al banco en ese momento.
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