El término "azaroso" ha sido utilizado en varias ocasiones por el expresidente Hipólito Mejía para referirse a algunas personalidades que no son de su agrado. Este jueves llamó "azarosos" y acusó de no tener moral a los dirigentes políticos que critican la elección de los nuevos miembros del Tribunal Constitucional.
Pero, ¿qué significa este adjetivo tan peculiar y tan usado por los dominicanos?
Según la Real Academia Española (RAE), se refiere a personas que tienen en sí "azar o desgracia". Sus sinónimos son funesto, siniestro, fatal, infausto y desdichado, entre otros. Además, tiene el significado de una persona "que tiene muchos riesgos, percances o dificultades" y proviene del sufijo "-oso" (abundante en, que exhibe esa cualidad). En cuanto al verso 'Azar', se puede utilizar para indicar quién se verá afectado por las consecuencias negativas.
Pero, en la República Dominicana también se le ha dado su propio significado de manera muy particular, aunque sin alejarse de la realidad: 'Persona que da mala suerte'.
El Diccionario de Dominicanismos de Carlos Esteban Deive, señala al azaroso como una "persona que azara", y, a su vez, define azarar como "ejercer maleficio, dar mala suerte o acarrear desgracia".
Las veces que Hipólito ha usado el término 'azaroso': - En abril de 2012, cuando era candidato a la Presidencia, tildó de "azaroso" al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), al criticar la crisis económica por la que estaba atravesando el país en ese momento. En marzo de 2015, llamó "azaroso y sin cerebro" al legislador Rubén Maldonado, en ese entonces vocero del Bloque del PLD, en rechazo al retiro de la Ley de Partido en la Cámara de Diputados, luego de haberse aprobado en primera lectura.
- En diciembre de 2016, parafraseó "que se jodan to', esos azarosos", al referirse a un impasse que estaba atravesando la Liga Municipal Dominicana (LMD).
- También ha calificado como "vieja azarosa" a la veterana comunicadora Consuelo Despradel y a la exministra de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Alejandrina Germán.
¿Conoce usted a algún azaroso?
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