Santiago. El centro de atención primaria del barrio Santa Lucía del distrito municipal Santiago Oeste se cae a pedazos, debido a las grietas y filtraciones de su estructura y al descuido de varias áreas.
El área para atender pacientes con síntomas sospechosos de tuberculosis, prácticamente luce abandonada, y con sillas y camillas totalmente destruidas. El espacio luce como si permaneciera cerrado.
Los tres consultorios con que cuentan para atender a 40 usuarios por día, en su mayoría, mujeres y niños que a diario acuden a local ubicado en la calle ocho de la empobrecida barriada, levantada en el entorno del vertedero de Rafey, además de filtraciones en el techo, presenta emanación subterránea.
Cuando llueve, los médicos que ofrecen las consultas deben trasladar sus escritorios y hasta los libros donde asientan los nombres de los usuarios, ya que los consultorios quedan totalmente anegados.
A pesar de la situación, el personal médico y de enfermería se resiste a expresar sus quejas, ante el temor a posibles reprimendas.
Las grietas y filtraciones también se observan en las áreas de emergencia, cocina y centro de vacunación.
Las mayores preocupaciones provienen de los usuarios que llegan al área de espera, debido al temor a que el techo pueda colapsar en cualquier momento.
“A este centro de atención primaria vienen nuestros niños y nosotras las madres y tenemos miedo de que por las grietas que presenta el hospital, puedan colapsar encima de nosotros”, expresa Kenia Rodríguez a elCaribe.
Rodríguez hace un llamado al Servicio Nacional de Salud para que acudan en auxilio de la comunidad y repare el centro sanitario. El pastor Pablo Ureña, quien dirige en la zona el programa Niños con una Esperanza denunció que desde hace más de un año el local donde está el centro sanitario se ha venido deteriorando de una manera alarmante. El centro fue inaugurado en el 2010.
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