La exvicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, dijo que en el contexto en que se vive hay que pensar en el prójimo que está necesitado de una mano amiga en el lugar de rechazar las personas pobres o desvalidas.
Cedeño entiende que el sentimiento de rechazo o fobia hacia las personas pobres o desvalidas se ha convertido en una acción institucional en muchos de nuestros países, que constantemente generan políticas públicas que profundizan las desigualdades en el lugar de cerrar las brechas existentes
Cedeño subraya que en algunos casos, el trato discriminatorio se convierte en odio, porque se trata a las personas pobres como si fueran los culpables o responsables de las dificultades económicas y de los bajos indicadores sociales del colectivo.
“Hablar de este tema es hablar de cohesión social, porque una actitud complaciente hacia la aporofobia supone la anulación de la compasión y la empatía entre los miembros de una sociedad. Se deja a un lado la necesaria solidaridad, sustancial para que nadie se quede atrás, y el pobre se convierte en una amenaza para la prosperidad de los que más tienen ”, explica la ex vicepresidenta de la República, quien cita la filósofa Adela Cortina por acuñar el término Aporofobia.
Sostiene que en el contexto que vivimos, con una pandemia y una crisis económica sin precedentes, corremos el riesgo de caer en el discurso que afirma que la pobreza no es el resultado de situaciones estructurales que deben ser abordadas de manera integral, sino que, por el contrario, la pobreza es responsabilidad exclusiva de quienes la padecen.
Ante esta situación apunta que corremos un gran peligro al abandonar la visión social del Estado y retomar a las ideas del Consenso de Washington del siglo pasado, cuando se pensaba que bastaba con generar desarrollo económico para que toda la sociedad mejorará su calidad de vida, agregando que el tiempo demostró que no era así. Y las crisis anteriores nos lo han recordado.
La exdirectora del Gabinete Social de la Presidencia señala que la Constitución dominicana garantiza un Estado Social y Democrático de Derecho, que comenzó a hacerse realidad con un verdadero sistema de protección social, incluyente y respetuosa de la dignidad de los seres humanos.
“En un momento de fuerte aumento de las desigualdades, pensemos en el prójimo que está necesitado de una mano amiga, en el lugar de sembrar más diferencias entre hijos de una misma patria. Hagamos como dice el libro del Eclesiastés, “por eso te doy este mandado: abrirás tu mano al pobre y al necesitado de la tierra”. Amén.
La opinión se encuentra resenada por el miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, en una publicación de Vanguardia del Pueblo Digital con el título “Riesgo a la aporofobia” .
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