Scarlin Hernández desarrolló los códigos que comandarán el telescopio tras su lanzamiento al espacio En el apartamento en el que vivía junto a su madre en Brooklyn, Estados Unidos, Scarlin Hernández encontró mientras miraba las estrellas un refugio a la situación de pobreza que la rodeaba. El amor por estos cuerpos celestes y el esfuerzo en sus estudios permitieron que la dominicana se convirtiera en ingeniera de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y formara parte de un proyecto que podría ofrecer a la humanidad una vista inédita del universo.
Hernández es ingeniera de naves espaciales y trabaja en el telescopio espacial James Webb, lanzado el pasado 25 diciembre. Su labor consiste en el desarrollo de códigos que forman parte de los sistemas que, desde la Tierra, comandarán y controlarán el telescopio tras el lanzamiento.
El James Webb, una colaboración entre las agencias espaciales de Estados Unidos (NASA), Europa (ESA) y Canadá (CSA), viajará hasta situarse a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, unas cuatro veces más lejos que la Luna.
Desde allí, ofrecerá una vista inédita del universo a longitudes de onda del infrarrojo cercano y el infrarrojo medio, y permitirá a los científicos estudiar una gran variedad de objetos celestes, será capaz de mirar hacia atrás en el tiempo más de 13,500 millones de años para ver las primeras galaxias que nacieron tras el Big Bang.
“Una hispana que creció en la pobreza y el abuso”
Durante el podcast “El Universo Curioso de la NASA”, desarrollado por esa agencia, Hernández narró que salió de la República Dominicana junto a su familia en 1995, cuando contaba con cuatro años. “Mi padre nos abandonó de inmediato”, indicó la joven, al tiempo que manifestó que se encontraba en Brooklyn “sin un lugar al que llamar hogar, sin dinero”.
En medio de preocupaciones por no conocer el idioma y no saber qué comería su familia al día siguiente, Scarlin encuentra en el firmamento un escape. “Miraba por nuestra pequeña ventana a las estrellas y me perdía (…) simplemente sentí que eran mágicas”, recordó. Además de las estrellas, la ingeniera oriunda de Santiago se enfocó en sus estudios. “La escuela era lo único que tenía para distraerme, para evitar que pensara en mis problemas”, añadió. Ese esfuerzo tuvo como recompensa ser la primera en su familia en graduarse de la secundaria y la universidad. Sus notas sobresalientes le valieron un viaje completo de la National Science Foundation para estudiar en la Capitol Technology University, en el estado de Maryland.
Entrada a la NASA y el James Webb
Scarlin Hernández concluyó sus estudios en la Capitol Technology University en 2013 y tras esto ingresó a la NASA a través de una pasantía en el Goddard Space Flight Center, que le dio entrada a trabajos de tiempo completo en la agencia. Su primera misión fue la Medición de Lluvias Tropicales (TRMM, por sus siglas en inglés), cuyas operaciones cesaron en 2015.
“Después de asumir algunos roles allí como líder de planificación de misiones e ingeniero de sistemas, ingeniero de propulsión, ingeniero de energía, decidí pasar a una misión en el espacio profundo, que es la misión del Telescopio Espacial James Webb en el Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial. He estado trabajando con James Webb durante unos seis años”, manifestó Hernández.
La joven dominicana expresó que lo más emocionante del proyecto son las metas de la misión, “ayudar a la humanidad a descubrir lo desconocido, aprender más sobre nuestro universo, eso es lo que me fascina”.
A pesar de pasar gran parte de su vida en Estados Unidos, Hernández se aferra a sus raíces dominicanas, y expresa su amor por la comida y la música de su país.
Hernández instó a quienes tienen un sueño a saltar hacia él sin detenerse.
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