Santiago. El arzobispo emérito, monseñor Freddy Bretón, tiene bien claro qué hará en dos meses cuando inicie su retiro y asuma como nuevo arzobispo de la arquidiócesis de Santiago de los Caballeros Héctor Rafael Rodríguez.
Monseñor Bretón dijo que la actitud que mantiene frente al porvenir, será lo que Dios le conceda, y aunque saldrá del aire completamente y se mantendrá en un perfil muy bajo, continuará con su proceso como escritor, debido a que trabaja en su obra número 20, y como comunicador con su programa Comunicación y Vida.
En cuanto a su retiro, informa que buscará desconectarse, al punto de que ni siquiera contempla inaugurar la casa donde va a residir.
“Mi marca, un modo de ser obispo. Si alguien quisiera ver eso después, me interesaría más esto, el modo de ser obispo, como percibe a gente y si recibe algo de eso, esta es la marca es la que yo prefiero”, expresa.
Al ser preguntado sobre la impronta que deja, monseñor Bretón se mantiene cauto y prefiere que sea la gente la que evalúe y valore su labor pastoral, al asegurar que no es lo que proyecta en su mente, sino lo que queda en el corazón de las personas.
Quiero se note que me fui
“El método mío en esta coyuntura es, que el que llegue asuma y dejar que él marque la ruta. Si el que salió se queda ahí, entonces es como que no se ha ido. Yo quiero que se note que me fui y ese es mi modo de ser. Él me podrá pedir un servicio en privado, un consejo u orientación, si lo considera necesario, pero más de ahí no”, apunta moneñor Freddy Bretón durante una entrevista para reporteros del periódico elCaribe.
Sin embargo, en su labor de ocho años ha logrado el adecentamiento de la casa sacerdotal que funciona en Matanza, en la parte sur de Santiago y actualmente trabajan en un gran centro de encuentro de toda la arquidiócesis que funcionará en el seminario San Pío X, lograda por una promesa concedida por el presidente Luis Abinader. También logró la reconstrucción completa de la iglesia de Baitoa.
Dijo que, en cuanto a la parte humana, los sentimientos de la gente humilde han valorado su labor pastoral durante ocho años al frente del Arzobispado de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros.
“Es una experiencia humana tremenda, porque se manifiesta la expresión sincera de la gente y también puede aflorar hasta un poco de pus, porque de todo eso hay en la condición humana y esta es la oportunidad de ver brotar la pus de algún lado”, aduce Bretón.
Arzobispo dijo trabajó con el deber cumplido
Dijo que ha trabajado como autoridad, no para recibir elogios, sino para cumplir con el deber y la misión encomendada, sin buscar populismo.
Recordó que hay una norma del derecho canónico que a los 75 años se presenta la renuncia y el Papa considera si hay salud.
“En eso yo me siento un poco privilegiado porque va a pasar más de un año de la presentación de la carta que fue a comienzos de mayo del año pasado. Entonces, me han considerado mucho”, apuntó Bretón.
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