La de Miriam Cruz parece ser una inagotable, pues ha sido capaz de resistir al desgaste que se ha llevado de encuentro a muchas figuras de su generación, que hoy día están agrupados en los llamados "años dorados del merengue".Es sorprendente en un escenario, por su gran capacidad de movilidad, la manera en que articula sus pasos, la interpretación de su rico repertorio de éxitos musicales, con temas del pasado y los del presente que le han dado tanta proyección en estos tiempos, colocándola en el sitial de primer orden como figura estandadarte del merengue.
La celebración de sus 30 años en el arte le permitieron presentar sus mejores