El metro de Nueva York, tradicionalmente abierto 24 horas los 365 días del año, va a comenzar a cerrar durante las noches para que los vagones sean desinfectados a diario en medio de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, según anunciaron este jueves las autoridades.
A partir del día 6 de mayo, el metro permanecerá clausurado entre la 1 y las 5 de la madrugada, mientras que autobuses, furgonetas e incluso vehículos de compañías como Uber o Lyft se usarán para transportar a los trabajadores esenciales que dependen del transporte público.
La medida, un 'shock' para una urbe acostumbrada a que su gigantesco sistema de metro funcione sin parar, llega días después de que imágenes de personas sin hogar acampadas en vagones causasen un gran revuelo en la ciudad y llevasen a muchos a cuestionar la higiene en el transporte público.
El gobernador del estado, Andrew Cuomo, anunció el nuevo plan en una conferencia de prensa, en la que -en un mensaje de unidad- también intervino por videoconferencia el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, con quien mantiene una tensa relación desde hace años.
Según Cuomo, la medida no tiene precedentes y la idea de desinfectar todos los vagones a diario es algo que se habría considerado "virtualmente imposible" hace muy poco.
"Estamos haciendo cosas que no se habían hecho antes", subrayó el político demócrata, que insistió en la necesidad de proteger la salud de los trabajadores esenciales.
La utilización del metro se ha desplomado en Nueva York debido a la pandemia, con menos de un 10 % del número habitual de pasajeros, lo que ya había llevado a reducir la frecuencia del servicio.
La situación, según admiten las autoridades, ha hecho que muchas personas sin techo busquen refugio en los trenes y estaciones, lo que plantea un riesgo tanto para ellos como para el resto de usuarios.
De Blasio subrayó que se trata de una "realidad inaceptable" y dijo que se hará todo lo posible para llevar a esas personas a albergues, algo que resultará más sencillo con el cierre nocturno.
LAS MUERTES Y LAS HOSPITALIZACIONES SIGUEN BAJANDO
Nueva York, el epicentro de la enfermedad en Estados Unidos, sigue viendo bajar las cifras de muertos y hospitalizados por la COVID-19, según los últimos datos facilitados este jueves por Cuomo.
En la última jornada, 306 personas fallecieron en este estado, el número más bajo desde el 30 de marzo, elevando el total oficial por encima de las 18.000 víctimas.
Las nuevas hospitalizaciones también siguen descendiendo, aunque se mantienen en torno a 900 cada día, una cifra aún muy elevada, según recalcó Cuomo.
En total hay en el estado algo menos de 12.000 pacientes ingresados por coronavirus, un claro descenso desde los casi 19.000 que llegó a haber a mediados de este mes.
UN "EJÉRCITO DE RASTREADORES"
Cuomo, además, dio algunos nuevos detalles sobre los planes para multiplicar el número de pruebas del virus y hacer seguimiento de los contactos mantenidos por los positivos, unas medidas que considera esenciales para proceder a la reactivación de la actividad económica.
Según explicó, este trabajo requerirá a entre 6.400 y 17.000 empleados rastreando el virus, dentro de una estrategia que está liderando el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, que también intervino en la rueda de prensa y defendió que este enorme esfuerzo será necesario para poder levantar las medidas de confinamiento y mantener la COVID-19 a raya
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