Claudio Alberto Ramírez, uno de los sobrevivientes del tiroteo, mediante el cual miembros de la Policía Nacional mataron de múltiples disparos en Villa Altagracia a una pareja de esposos que eran pastores evangélicos, narró cómo pasaron los hechos.
Las víctimas, Joel Díaz y Elisa Muñoz, y sus dos acompañantes regresaban de un culto religioso efectuado en el sector Los Ganchos, del municipio Villa Altagracia, de la provincia San Cristóbal, en un carro Kia-5 color blanco, cuando fueron atacados a tiros por miembros de una patrulla sin mediar palabras.
El hecho fue definido por la institución como “una confusión”, debido a que alegadamente buscaban a unos delincuentes que habían cometido un atraco en Bonao, provincia Monseñor Nouel, y que se desplazaban en vehículos de generales similares.
Claudio Alberto Ramírez aseguró que los miembros de la patrulla le hicieron señas de que se pararan, a lo cual obedecieron y que, luego de apuntarlos, inmediatamente comenzaron a dispararle al vehículo. No hubo palabras.
Dijo que el segundo ataque a tiros, en el cual él resultó herido, ocurrió cuando el conductor (Joel Díaz), ya desmayado, al parecer aceleró el carro y éste comenzó a rodar.
“Yo me abajé, cuando pararon de disparar vi que le salía sangre del cuello, luego, parece que, al él desmayarse, aceleró, se aceleró un poco el carro, el carro se metió, no sé si en vía contraria o cruzó, el caso es que cuando el carro comenzó a moverse volvieron a disparar de nuevo, ahí fue que yo sentí que me hirieron”, continuó.
El joven dijo que la herida que le hicieron, la cual fue en la parte baja de la espalda, fue solo un rozón, pero que cuando le dispararon, pensó que había penetrado a su columna. Agradeció a Dios estar vivo e indicó que los agentes actuaron sin ningún tipo de práctica y ética.
“Bueno, en realidad vi mucha falta de táctica, de experiencia ética, porque se entiende que, si usted manda a parar un carro, usted tiene, por lo menos, que hacerle señas de que baje los vidrios, pero no, fue como si fuera: ese es el que estamos esperando y ban, ban, ban. Fue algo fuerte”, subrayó.
Del ataque policial, ocurrido la noche de ayer martes, resultaron muertos los esposos Joel Díaz y Elisa Muñoz, quienes se habían casado el pasado seis de febrero y era una pareja muy apreciada en su comunidad por la labor social que hacía. Los homicidios han conmovido a la sociedad dominicana, que ha condenado duramente la acción de la Policía Nacional. Hasta el presidente de la República, Luis Abinader, se pronunció sobre el tema, advirtiendo que en el país “la vida humana es sagrada” y que no va a permitir que ese derecho se vulnere.
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