La aparición de un caso de peste porcina africana en la provincia Hermanas Mirabal ha significado el sacrificio de un poco más de dos mil cerdos que se encontraban en su radio de acción, que comprende unos cinco o seis kilómetros.
Las declaraciones son del director provincial de Agricultura, Rafael Martínez, quien explicó que la acción obedece a la erradicación primaria establecida en el protocolo, para pocilgas de traspatio que no cumplen con el rigor.
Resaltó que han cambiado un poco de metodología en el sentido de que, previo a la analítica de una granja que presente dificultad, se cuentan con equipos de alta generación para detener en tiempo record la enfermedad.
Respecto al impacto que significan los sacrificios de los animales para los productores, expuso que la provincia ha recibido del gobierno 20.8 millones de pesos para 55 criadores que han sido afectados.
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