El toletero cumple su sueño de niño y pegó batazo ganador- Leones igualan con 3-2 con el Licey en tabla de posiciones
Alex Rodríguez (1994) lo hizo antes de construir una carrera que solo su vinculación con el dopaje le puede cerrar las puertas al Salón de la Fama, pero Albert Pujols lo ha hecho después de levantar la suya, una de leyenda y que sin mayores inconvenientes le puede garantizar una elección unánime a la inmortalidad.
El domingo 31 de octubre quedará marcado como el día en que debutó en la Lidom el pelotero con la mayor jerarquía en las Grandes Ligas, medido por números acumulados y premios. Pujols, de tercero en la alineación y como designado, se uniformó por primera, una imagen que miles de asistentes al estadio Quisqueya grabaron y no borrarán de la memoria de su teléfono móvil.
Y la forma en que fue determinante para la victoria escarlata quizás no se le olvide a un pelotero con dos anillos de Serie Mundial y tres premios al Jugador Más Valioso.
Pujols disparó el batazo que dio la victoria 3-2 al Escogido sobre el Licey, al cierre de la entrada 10, lo que desató la algarabía de los miles de fanáticos rojos.
Como bateador designado, tercero en la alineación, en su primera aparición falló con un rodado a las manos del lanzador Steven Moyers.
Más adelante, en el quinto, entregó el segundo out con rola al campo corto, en el sexto fue ponchado cantado. En el octavo, sacó un elevado al central. En el décimo llegó esa segunda oportunidad.
Los estadounidenses Moyers (Licey) y David Kubiak (Escogido) no dieron espacio en las primeras cinco entradas. El primero solo cedió tres hits y ponchó a cuatro, y el escarlata también cedió un trío de imparables, con siete ponches.
Los azules abrieron la cuenta en el sexto ante Elvis Peguero. Emilio Bonifacio pegó hit por el campo corto, avanzó a tercera con sencillo al derecho de Ronny Mauricio y anotó con rodado a segunda de Vinnie Pasquantino.
En el octavo los azules hicieron otra. Con un out, Nick Heath bateó triple al central y anotó con wild pitch de Jumbo Díaz.
Pero los rojos igualaron al cierre del octavo ante Aaron Barrett. Joey Rickard negoció boleto, el emergente Brett Sullivan sacudió doblete que colocó hombres en posición de anotar y Francisco Urbáez logró sencillo productor de las dos. Erik González, Pujols y Jimmy Paredes fallaron con elevados los dos primeros, y con rodado al torpedero el tercero.
En el décimo llegó la oportunidad. Sullivan recibió a Jonathan Aro con incogible al derecho, Urbáez movió al corredor con toque, un wild pitch colocó la ventaja en la antesala, González se ponchó y Pujols sacó rodado lento por tercera, que Dawel Lugo, jugando atrás, debió correr, tomó la pelota y el tiro fue malo a la inicial, lo que dio el triunfo a los rojos.
El Escogido mejora a 3-2 y empata con igual marca con el Licey. Ganó Víctor Santos y perdió Aro.
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