Nueva York sigue padeciendo los efectos de la peor sequía registrada en octubre y noviembre en mucho tiempo, lo que ha generado más de 100 incendios en los últimos 30 días y hasta que los embalses no se llenen o llueva de lo lindo, urge tomar medidas más enérgicas para cuidar el agua. De lo contrario, en unas semanas las autoridades de la Gran Manzana podrían adoptar medidas más drásticas de carácter obligatorio.
Así lo advirtió este lunes el alcalde de Nueva York, Eric Adams, luego de comunicar que el panorama del agua y la sequía sigue siendo preocupante, por lo que decidió elevar el nivel de advertencia y el llamado a los neoyorquinos y a las agencias gubernamentales a ahorrar el preciado líquido. Además se puso en pausa el proyecto de reparación del acueducto de Delaware.
“Como nuestra ciudad y nuestra cuenca hidrográfica siguen experimentando una escasez significativa de precipitaciones, estoy actualizando nuestra alerta de sequía a una advertencia de sequía, deteniendo nuestro proyecto de reparación del acueducto de Delaware y ordenando a nuestras agencias que implementen de inmediato medidas de ahorro de agua”, aseguró el burgomaestre, quien pidió que las duchas sean más cortas, se evite usar agua para lavar carros y se informe sobre hidrantes botando agua.
“Nuestros vehículos de la ciudad pueden verse un poco más sucios y nuestros subterráneos pueden verse un poco más polvorientos, pero es lo que tenemos que hacer para retrasar o evitar una emergencia de sequía más grave. Necesitamos que los neoyorquinos sigan ahorrando agua también, para que podamos regar nuestros parques y llenar nuestras piscinas este próximo verano”, dijo Adams. “Los neoyorquinos siempre se cuidan entre sí. Somos resilientes y superaremos esto juntos”.
La gobernadora, Kathy Hochul, se sumó al llamado y pidió que todos los neoyorquinos hagan su parte para salir adelante en medio de esta crisis.
“El clima inusualmente cálido de los últimos tiempos y la falta de precipitaciones han provocado condiciones secas en muchos condados de Nueva York, lo que ha provocado que los condados del área de Hudson Valley y de la ciudad hayan sido elevados al estado de advertencia de sequía y a una vigilancia de sequía a nivel estatal”, dijo la mandataria. “En todo el estado, las restricciones locales de agua y la educación de los neoyorquinos sobre cómo ayudar a conservar los recursos hídricos son pasos cruciales para ayudar a prevenir una escasez más grave hasta que las condiciones mejoren. Rohit T. Aggarwala, comisionado del Departamento de Protección Ambiental de la Ciudad de York y Director de Clima de la Ciudad, advirtió que el nivel de los embalses está actualmente en 61% de su capacidad, cuando por estas fechas debería estar en 79%, por lo que manifestó su llamado a que todos los neoyorquinos remen hacia el mismo lado para conservar el agua.
“La falta de lluvias, tanto en la ciudad como en la cuenca hidrográfica del norte del estado donde se encuentran nuestros embalses, se ha vuelto más crítica. Necesitamos que el público haga lo suyo para que podamos evitar prohibir cosas como regar el césped y llenar las piscinas esta primavera”, dijo el funcionario, insistiendo en que a pesar de que todavía no hay restricciones en pie, si los neoyorquinos no hacen su parte, van a venir.
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