La Iglesia Católica considera que los linchamientos de presuntos delincuentes son un desafío para las autoridades, porque dichas acciones vandálicas habla de la orfandad que siente la población dominicana frente aquellos que le han quitado el sosiego.
La operación se inició el año pasado en Woonsocket donde 39 adictos murieron por sobredosis de heroína mezclada con fentanilo