El presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgó este martes la ley que permite un nuevo retiro anticipado del 10 % de los fondos privados de pensiones, luego de que el Tribunal Constitucional declaró inadmisible la impugnación presentada por el Gobierno contra el proyecto.
“Como Gobierno, respetamos y aceptamos la decisión del Tribunal Constitucional, sin prejuicio de no compartir. Por estas razones promulgaremos hoy la reforma aprobada por el Congreso”, anunció el mandatario conservador.
El nuevo retiro de pensiones, el tercero desde que comenzó la pandemia, fue aprobado la semana pasada por amplia mayoría en el Parlamento -incluso con votos del oficialismo- como una medida para ayudar a la mermada clase media a enfrentar la crisis económica provocada por la pandemia.
El Gobierno, bajo el argumento de que la medida hipotecaría las pensiones futuras y dejaría sin fondos a cerca de cinco millones de personas, acudió al Tribunal Constitucional, que este martes falló por siete a tres 3 a favor del nuevo retiro. “Estábamos convencidos de que esa reforma podía y debía mejorarse (...) pero en la vida hay que saber aceptar las normas y las decisiones del Estado de derecho”, explicó el mandatario en una rueda de prensa, flanqueado por sus principales ministros.
En el Gobierno “no somos indiferentes, no somos ciegos, no somos sordos”, agregó para explicar por qué promulgará la ley, al tiempo que descartó cambios en su gabinete y declinó hablar de una “derrota política”.
En paralelo a la impugnación en la corte y acorralado por su entorno político, Piñera anunció este fin de semana un proyecto alternativo, que finalmente será retirado del Parlamento.
El Gobierno, sin embargo, presentará en los próximos días otro texto que incluye los puntos fundamentales de su proyecto anterior, como el pago de impuestos para los cotizantes de más altos ingresos y un bono de 280 dólares para las tres millones de personas que se quedaron sin pensiones con las anteriores retiradas.
La oposición de izquierda y parte del oficialismo alegan que los retiros de los fondos de pensiones son necesarios porque los 18,000 millones de dólares anunciados por el Gobierno para ayudas sociales son insuficientes y “no están llegando a la población”, que traviesa graves apuros económicos debido a los confinamientos.
Hasta la fecha, los 11 millones de afiliados al sistema privado de pensiones chileno han retirado más de 36,000 millones de dólares gracias a proyectos similares aprobados en julio y diciembre pasados, en pleno primer pico de la pandemia, que ya deja 1.17 millones de infectados y más de 26,000 muertes.
Implantado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y pionero en la región en establecer la capitalización individual, cada vez son más voces las que abogan por cambiar el actual sistema de pensiones, muy criticado por las pírricas jubilaciones que ofrece y los millonarios beneficios de las empresas privadas que gestionan los fondos.
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