Al concluir este 30 de abril los planes sociales que ejecuta el Gobierno a raíz de la pandemia de la COVID-19 que afecta al país desde hace un año, unos 38 mil empleados quedarán en el limbo debido a que aún continúan suspendidos de sus labores.
Es por esta razón que el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS), Rafael –Pepe- Abreu, sostuvo un encuentro con el ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, quien supuestamente le manifestó que “estaban tratando de buscar una salida al tema”.
“Lo que acordamos fue que en la próxima semana iba a concluir; ojalá que mañana, 1 de mayo, en el acto de los trabajadores se anuncie una solución a ese tema y que se va a mantener el plan FASE”, indicó el sindicalista.
Al ser entrevistado en el programa Despierta con CDN, Pepe Abreu consideró que la suspensión del Fondo de Asistencia Social al Empleado (FASE) en su primera versión (FASE 1), crearía un problema porque en lo adelante los trabajadores exigirán el reintegro a sus labores o la desvinculación en momentos en que algunas empresas aún no están en condiciones de hacerlo.
El sindicalista apeló para que el Gobierno entienda que los empleados, en medio de su pobreza, están acostumbrados a un seguro médico contributivo y que los que pertenecen a FASE lo pasaron al SENASA subsidiado, lo que no les ha caído muy bien.
A juicio de Pepe Abreu esta situación hace que los empleados vean atractiva la propuesta de diputado reformista por La Romana, Pedro Botello, sobre la devolución del 30 por ciento de las AFPs para cubrir sus necesidades inmediatas.
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