Martine Moise, la viuda del asesinado presidente haitiano Jovenel Moïse, acusó al sector de la oligarquía que controla el negocio de los combustibles y el mercado eléctrico por la violencia que ejercen las pandillas criminales, además de ser culpables del magnicidio de su marido el 7 de julio del año pasado.
Su declaración está contenida en un documento de tres páginas publicado tras una reunión con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Poco después, Almagro confirmó, en su cuenta de Twitter, que realmente se reunió con la exprimera dama.
"Recibí a Martine Moise. Imperativo que se haga justicia por el asesinato del Presidente Moïse. La creación de una Comisión Internacional es necesaria para ello. Discutimos la situación en Haití y la necesidad de restaurar la paz, la seguridad y la democracia", escribió el titular de la OEA.
Martine asegura que, aunque los movimientos y movilizaciones en marcha en Haití están organizados contra el alza y escasez de derivados del petróleo, también estos están dirigidos "contra los oligarcas que apoyan a las pandillas".
Esos poderosos, agrega, "también(están) involucrados en el asesinato del presidente Jovenel Moise".
Específicamente, se refiere a "aquellos oligarcas que controlan el sector de los combustibles, y también forman parte del mercado eléctrico”.
Siempre conforme al documento de Martine, la oligarquía haitiana es parte del crimen de su difunto esposo, anota, "por razones económicas", alegando sobre esto que “las reformas que el presidente había implementado habían causado un grave daño a los oligarcas que se han apoderado del Estado y monopolizado el sector comercial en los últimos 35 años", dijo.
Durante 14 meses, después del asesinato del mandatario, precisa Martine Moise, “no se ha hecho nada”.
“Los jueces que han manejado el caso hasta ahora tienen vínculos con algunos de los asesinos y la justicia está siendo socavada”, afirma la viuda de Moise. Del sistema judicial haitiano, dice que “está en gran parte bajo el control de oligarcas y asesinos haitianos".
También expuso sus dudas sobre las acciones de algunos países y organizaciones de la comunidad internacional en este caso.
Sobre esto, se pregunta por qué "a pesar de una solicitud oficial y formal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Haití, las Naciones Unidas se han negado a nombrar un tribunal especial para investigar este crimen, mientras sí lo hacían en respuesta al asesinato del primer ministro libanés, Rafiq Hariri".
Y plantea que "las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos, los Estados Unidos, de conformidad con la Resolución 2645 del Consejo de Seguridad, deben congelar exhaustivamente las cuentas bancarias y revocar todas las visas de al menos 120 personas involucradas en delitos económicos y políticos, apoyo a pandillas, tráfico de armas y violencia política, y violencia política".
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