El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), principal de oposición) elegirá mañana a su cúpula en unas votaciones a puertas cerradas en las que se espera que el exgobernante Danilo Medina asuma por aclamación la presidencia de la organización para formalizar así su liderazgo interno.
Medina, quien gobernó entre 2012 y 2020 tras impulsar la modificación a la Constitución para reintroducir la reelección, ha sido propuesto por varios dirigentes a la presidencia del PLD y, aunque no ha reaccionado, ningún otro nombre suena para asumir el cargo.
El alcalde de la ciudad de Santiago (norte, segunda del país), Abel Martínez, y el aspirante a la secretaría general del peledeismo Rubén Bichara, entre otros, han propuesto que el exjefe de Estado sea elegido presidente de la formación.
Todo parece indicar que el exmandatario no tendrá el mínimo obstáculo para asumir el puesto, a menos que en una jugada sorpresa, él mismo decida no aceptarlo.
El PLD también elegirá a su secretario general y a los restantes 43 miembros de su comité político, el órgano que ejerce el poder en ese partido, fundado en diciembre de 1973 por el expresidente Juan Bosch, luego de abandonar la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que también fundó en La Habana, Cuba, en 1939, desde donde hacía oposición al dictador Rafael Trujillo.
Aunque Medina no parece tener oposición alguna para hacerse con el cargo más alto en el PLD, tendrá por delante la tarea de “recomponer” a una organización que ganó las elecciones de 2016 con más del 60 % de los votos, y las perdió cuatro años después con el favor de un 37 % del electorado.
Con el exministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo como candidato presidencial apoyado por Medina, el PLD salió del poder luego de 16 años consecutivos al frente del Gobierno, los primeros ocho de ellos bajo el liderazgo del expresidente Leonel Fernández.
Fernández, precisamente, abandonó el PLD tras perder por menos de un 1 % las primarias de octubre de 2019 cuando alegó que desde el Gobierno de su propio partido se orquestó un presunto fraude para favorecer a su rival.
Antes de esto, el sector mayoritario del PLD controlado por Medina intentó sin éxito modificar nueva vez la ley fundamental para permitirle una tercera postulación consecutiva a la Presidencia.
Fue entonces cuando surgió la figura de Castillo, a quien Medina apoyó abiertamente al decir que este representaba la “sangre nueva” del peledeismo.
Con un PLD dividido, las elecciones presidenciales de julio de 2020 las ganó en primera vuelta el Partido Revolucionario Moderno (PRM), que antes también se hizo con la mayoría de las alcaldías en las municipales de marzo de ese año, programadas a celebrarse un mes antes, pero suspendidas por problemas que presentó el sistema del voto electrónico. Estos procesos se produjeron en plena pandemia.
En noviembre pasado, el Ministerio Público dominicano anunció el arresto de un hermano y una hermana de Medina, así como de un grupo de exfuncionarios de su Gobierno involucrados presuntamente en una red dedicada durante varios años a estafar al Estado.
El hermano de Medina figura en el grupo de imputados que guarda prisión preventiva, mientras que la hermana está bajo arresto domiciliario.
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