El rostro de Donelly Joel Martínez Tejada, muerto a tiros por un agente de la Policía Nacional en un operativo durante el segundo desfile del carnaval en Santiago en febrero pasado, fue plasmado en las inmediaciones de la avenida Las Carreras esquina calle Mella, donde ocurrió el hecho.
La muerte del niño, de tan solo 11 años de edad, causó un repudio generalizado por la mala actuación de los agentes policiales que participaron en el operativo.
Donelly era estudiante meritorio en el colegio Santa Ana, donde cursaba el sexto grado. Tenía previsto representar el centro educativo en que estudiaba en las Olimpiadas de Matemáticas que organiza el Ministerio de Educación.
El menor de edad murió la tarde del domingo 12 de febrero en la sala de emergencia de un centro de salud privado de Santiago, a causa de dos heridas de bala. Una le fue propinada en el pecho y la otra en su mano derecha.
El niño se encontraba sentado en una silla cuando los uniformados se presentaron a las inmediaciones de la avenida Las Carreras esquina calle Mella, a incautar el equipo de sonido con el que escuchaban música en el frente de la peluquería su padre, Antony Martínez.
En el intento de llevarse la bocina, uno de los policías disparó varias veces su arma de reglamento, impactando una bala en el pecho y otra en un brazo del niño.
Por el crimen del menor de edad, el cabo Alejandro Castro cumple tres meses de prisión preventiva.
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