La polémica entre Scottie Pippen y Michael Jordan siguen aumentando, cuando el ex ala-pivot de los Bulls habló de lo mal que se sintió jugar con “Su majestad” en la historia de la franquicia de Chicago.
A través de un video que ha recorrido las redes sociales en las últimas horas, Scottie dejó claro que para él LeBron James es, estadísticamente, el más grande jugador de baloncesto en la historia y, además, catalogó como “horrible” la sensación de compartir cancha con MJ. Específicamente, dijo: “Vi a Jordan jugar antes de que yo llegara a Chicago, y ustedes también lo vieron. Él era un jugador horrible, y era horrible jugar con él. Muy egoísta, lanzaba malos tiros. Más tarde nos convertimos en un equipo y empezamos a ganar. Todo el mundo olvidó quién era él”.
No es la primera vez que Pippen arremete contra Jordan públicamente, de hecho, en su libro (Las memorias de Scottie Pippen) agregó varios pensamientos que atacan directamente al histórico número 23 de los Bulls; tales como el siguiente: “Iré tan lejos como para decir que Mike arruinó el baloncesto. En los 80, en los parques, tenías a todo el mundo moviendo el balón y pasando para ayudar al equipo. Eso paró en los 90.
Jordan y Pippen jugaron juntos durante 10 años (1987-1993 y 1995-1998), ganaron las seis Finales que disputaron juntos. Ambos eran grandísimos defensores, especialmente en el perímetro, y aún más grandes competidores.
Ellos fueron el modelo a seguir sobre todo lo que estaba bien a la hora de generar un vínculo ideal pensando en el mayor nivel posible de competitividad y compatibilidad.
Su historia inició a mediados de los años 80, cuando el draft cambió el panorama de la franquicia de los Chicago Bulls, que por aquellos años eran más conocidos por ser un equipo sin playoffs y mediano.
La fortuna quiso que en el draft de 1984 los Portland Trail Blazers seleccionaran al pívot, Sam Bowie, sobre Michael Jordan, con el segundo pick.
Por su parte, Pippen era prácticamente desconocido cuando fue reclutado quinto en general por los Seattle SuperSonics en el Draft de 1987 tras una carrera colegial en Central Arkansas. Pippen llegó a los Chicago Bulls en 1987 en un cambio por el centro Olden Polynice que es considerado de los más disparejos en la historia de la NBA.
Así fue como eventualmente, tras un proceso de acoplamiento y desarrollo, MJ y Pippen encontraron su mejor forma juntos para superar a los Celtics de Bird y los Bad Boys de Detroit rumbo a alcanzar la gloria. Pippen fue el engranaje ideal de las defensivas de los Bulls en los años 90, capaz de defender a prácticamente cualquiera en cancha. Es sexto de todos los tiempos en robos y su promedio de 19.5 puntos por juego fue el segundo mejor en los seis equipos campeones de los Bulls. Scottie fue sin duda una parte integral de la dinastía.
DATO: Fueron 1,072 partidos de fase regular y 179 de playoffs para Jordan a lo largo de sus 15 temporadas en la NBA (con dos interrupciones), tiempo en donde tuvo 107 compañeros que disputaron al menos un encuentro junto a él. Es una lista que en los extremos tiene a Darren Daye, con apenas un juego con MJ, y a Pippen, con 859 partidos al lado de ‘Su Majestad’ y que sirvieron para colocarlos como una de las mejores duplas de la historia.
Antes de la llegada de Pippen, los rivales de los Bulls se centraban en detener a Jordan como la clave para ganar contra Chicago, pero con Pippen, los Bulls tuvieron más libertadores en ofensiva. Sin embargo, fue la defensa de Pippen en el perímetro, quizás la mejor en la historia, que elevó el juego del equipo en conjunto a nuevos aires; famosamente, la movida de Phil Jackson de colocar a Pippen sobre Magic Johnson cambio las fortunas de las Finales de 1991 luego de que los Bulls perdieron el Juego 1 de la serie.
Fue así como el dúo Jordan-Pippen dominaría a todos los oponentes en los años venideros. Muchos expertos creen que si MJ no se hubiera retirado durante dos años para jugar béisbol, los Bulls habrían ganado ocho campeonatos seguidos en los años 90.
En total Jordan y Pippen jugaron 859 partidos (691 de fase regular, 168 de playoffs) para un increíble porcentaje de triunfos de .735% (631-228). En los playoffs, su marca fue de 117-51, incluyendo un 24-11 en las Finales para sus seis sortijas, sin jugar ni un solo Juego 7 contra sus rivales finalistas (Lakers, Blazers, Suns, Sonics y Jazz dos veces).
Tanto Pippen como Jordan probaron su suerte más tarde en otros equipos tras el último campeonato de los Bulls, pero ninguno volvió a alcanzar la cima del deporte. Y aunque muchos creen que Pippen no hubiera alcanzado el éxito que tuvo sin Jordan, es obvio que la dinastía de los Bulls no hubiera sido la misma sin Pippen.
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