El 17 de marzo fue el último día Macy’s y el resto de tiendas de la cadena (Macy’s Backstage, Bloomingdale’s, Bloomingdales The Outlet, y Bluemercury) abrió sus puertas. El lunes anunció que despide temporalmente a 130,000 empleados por la fuerte caída de ventas debido a la fortísima contracción en el gasto de los consumidores.
El negocio en la red que mantiene no es suficiente en los tiempos del coronavirus
para una de las mayores empresas comerciales del país. El coronavirus ha puesto contra las cuerdas a casi todo el comercio no esencial (alimentación) y las estructuras de estas empresas están cediendo.
En el comunicado que ha hecho público Macy’s se explica que se han tomado medidas para mantener la flexibilidad financiera “incluyendo la suspensión de los dividendos [retribución a los accionistas], accedido a nuestras líneas de crédito y congelando las contrataciones y el gasto, suspendiendo la inversión de capital, reduciendo compras y cancelando órdenes además de extendiendo los términos de pagos de capital”.
Pero todo es poco cuando caen las ventas tan estrepitosamente. Es más, Macy’s dice que están evaluando otras opciones financieras.
De momento se mantendrán las operaciones mínimas en todas las marcas y por ello a partir de esta semana se empiezan los despidos temporales. No solo en las tiendas sino también en el negocio digital y los centros de apoyo de distribución y atención telefónica.
La empresa quiere volver a recontratar a estos empleados poco a poco cuando vuelva la normalidad. Quienes no tienen empleo mantendrán sus seguros de salud hasta mayo y la empresa cubrirá el 100% de la prima.
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