- Un total de 50,807 empresas han realizado solicitudes de suspensión de contratos laborales
- Pepe Abreu apoya reapertura de la economía para asegurar empleos, pero cumpliendo protocolo
Este uno de mayo los trabajadores dominicanos conmemoran su día en medio de la desesperación, angustia, decepción y de la indefinición de una crisis que no se sabe cuándo concluirá.
Empresas que no están autorizadas a operar en los días de la pandemia de COVID-19 han solicitado la suspensión de los contratos laborales de sus colaboradores y otras que están operando han aprovechado esta situación para suspender los contratos laborales hasta de mujeres embarazadas.
A la fecha, 50,807 empresas han realizado 84,802 solicitudes de suspensión de contratos laborales, afectando a 846,549 trabajadores.
Según datos del Ministerio de Trabajo, 765,000 trabajadores han sido registrados en el programa del Gobierno Fondo de Asistencia Solidaria al Empleado (FASE), de los cuales 633,715 fueron aprobados y 115,439, rechazados. En la actualidad hay 485 trabajadores pendientes en el programa FASE. En este 134 aniversario de los acontecimientos ocurridos en la ciudad de Chicago, el mundo laboral se encuentra conmocionado, impactado por la pandemia del COVID-19 que ha contribuido a que la seguridad laboral se encuentre en estos momentos en una serie de cuestionamientos porque se está poniendo en juego lo más importante para un trabajador que es la preservación de su puesto de trabajo”, expresó Rafael –Pepe- Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS).
Añadió que para la clase trabajadora dominicana, lo peor de esta crisis es el estado de indefinición, en el sentido, de que nadie sabe con certeza en qué fecha esto concluirá.
“Nosotros creemos que se debe ir aperturando poco a poco, paso a paso, la economía en estos momentos. Hay parte de la economía que se encuentra operando: como es el área de la comunicación, alimentación, la farmacéutica, entre otros, que se mantienen operando casi de manera normal”, señaló Abreu. Dijo que lo puesto en práctica en esos sectores se debería hacer en otros y que la gente entienda que cada quien debe poner de su parte para superar esta situación.
Agregó que en el sector privado hay más 2.3 millones de empleados y que hoy en día, prácticamente la mitad están suspendidos sin saber qué va a pasar con ellos cuando concluyan los 90 días.
La Organización Internacional del Trabajo
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha dado una estocada contundente a la capacidad de ganar el sustento de casi 1,600 millones de trabajadores de la economía informal (el grupo más vulnerable del mercado laboral), de un total de 2,000 millones a nivel mundial, y de una fuerza de trabajo mundial de 3,300 millones de personas. Son dos los desencadenantes: las medidas de confinamiento y/o el hecho de que esas personas trabajan en alguno de los sectores más golpeados.
A nivel mundial, el primer mes de la crisis se habría cobrado un 60 por ciento de los ingresos de los trabajadores informales. Esto equivale a una caída del 81 por ciento en África y las Américas, del 21.6 por ciento en Asia y el Pacífico, y del 70 por ciento en Europa y Asia Central.
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