La tradición de las fiestas de Navidad se convierte cada año en el tiempo más adecuado para compartir en familia, sostener reencuentros con amigos y de disfrutar con alegría para celebrar la Nochebuena y recibir Año Nuevo.
Una diversidad de platos hace gala en los encuentros de la temporada, deleitando los paladares con los más exquisitos manjares, entre los que nunca faltan el rico lechón asado, moro de guandules, arroz navideño, sabrosas ensaladas y, por supuesto, la famosa telera.
La telera es, justamente, un producto de gran comercialización en la Navidad. Por ello, es frecuente encontrar en cualquier esquina un puesto improvisado de venta de telera, suave y gigante pan, cuya presencia en los hogares dominicanos es asunto obligado.
El encargado del taller de Panadería y Repostería de la Regional Central del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional, Infotep, Leonard Frías, recuerda que en República Dominicana la elaboración de pan es un oficio que llegó con la colonización y desde entonces fue adoptado como parte importantísima en el aparato productivo nacional, por lo que su fabricación constituye una de las principales fuentes de generación de empleos.
“Pero no basta con los ingredientes comunes para una buena telera; hay elementos esenciales que dan una particularidad única al producto. Me refiero a la pasión, la entrega y el cuidado con que se elabora ese alimento tan importante, que rara vez falta en la mesa de los dominicanos para estos días”, asegura Frías.
En los últimos cuatro años, el Infotep ha formado 81 mil 412 panaderos y reposteros, de los cuales 33,406 son egresados de la Regional Central; 27,260 de la Regional Norte; 13,002, de la Regional Sur y 7,744 de la Regional Este.
Frías, un experimentado panadero, se inició en el oficio antes de cumplir los 15 años, como ayudante de panadería en el sector capitaleño de Herrera. Comenta que cuando realizan la práctica de las teleras, los participantes, de los cuales 80 por ciento son mujeres, muestran gran entusiasmo debido a que a muchos les entusiasma emprender negocios familiares.
Como dice Leonard, la producción artesanal de este pan es, en la mayoría de los casos, donde se involucra la familia.
Egresado emprendedor. El participante Bernardo Jiménez dice, de manera jocosa, que los panaderos hacen su agosto en Navidad con la venta de teleras, lo que contribuye al dinamismo de la economía.
Jiménez quien ha realizado varios cursos de panadería en el Infotep, expresa que sin lugar a dudas su vida ha cambiado de manera significativa luego de formarse en la institución.
Aunque reside en Santo Domingo, Jiménez trabaja en una pequeña panadería que tiene en Baní. Comenta que recibe el apoyo de sus familiares y le resulta muy gratificante trabajar con ellos.
“Mi sueño es industrializar mi nuevo proyecto y ofertar gran variedad de productos”, dice entusiasmado el hábil panadero, quien también se desempeña como contable.
“Desde el día que inicias alguna de las ofertas formativas que ofrece el Infotep, tu vida cambia”, asevera.
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