El alcalde de Nueva York, Eric Adams, se convirtió este viernes en objeto de críticas por su respuesta tardía a las fuertes lluvias previstas que han causado hoy un caos en la ciudad, con calles inundadas y el sistema de metro prácticamente paralizado.
El jueves, cuando el servicio de meteorología había advertido del mal tiempo, remanente de la tormenta tropical Ophelia, Adams no tomó ninguna acción para alertar a los residentes de la ciudad, a diferencia de la gobernadora del estado, Kathy Hochul.
Hochul instó a los neoyorquinos a estar preparados para inundaciones repentinas y "estragos en toda la región del sur del estado", y los funcionarios de tránsito estatales también dieron una conferencia de prensa el jueves para discutir la tormenta que se avecinaba.
Sin embargo, Adams no dirigió mensajes a la prensa ni el público hasta casi el mediodía de este viernes, después de que grandes áreas de la ciudad acumularan litros de agua y se suspendiera la mitad del sistema de metro, destaca el New York Times.
El Times señala que el jueves por la noche, cuando ya la lluvia había comenzado, el alcalde estaba en un evento de recaudación de fondos de campaña en un restaurante en Manhattan, con contribuciones sugeridas de unos 2,100 dólares.
Hace menos de cuatro meses, Adams fue también criticado por no avisar adecuadamente cuando la calidad del aire de la ciudad empeoró por el humo procedente de los incendios de Canadá.
Las intensas precipitaciones de hoy han causado escenas de caos en la Gran Manzana, con miles de personas intentando llegar a sus trabajos u hogares.
Ha habido numerosas carreteras cerradas y se ha visto a neoyorquinos empujando coches varados en calles convertidas en lagos o esperando para tomar líneas de metro, suspendidas en varias rutas; autobuses, la mayoría retrasados; o taxis y servicios de transporte, que han disparado sus precios.
Aproximadamente 2,4 millones de personas utilizan el metro y 1,2 millones los autobuses.
En algunas escuelas del sistema público, que es el más grande del país, los alumnos tuvieron que ser llevados a los pisos superiores por las inundaciones, indicó la prensa local.
La severidad de las condiciones meteorológicas, que continuarán hasta mañana, llevaron a la gobernadora Hochul a declarar el estado de emergencia para los cinco condados de la ciudad, el área del valle del Hudson y Long Island.
En el vecino estado de Nueva Jersey, el gobernador Phil Murphy decretó también el estado de emergencia.
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