Cuando el país está azotado por los apagones, la carestía de la comida, las medicinas, los materiales de construcción, los alumnos dominicanos no encuentran cupo en las escuelas públicas, la violencia es incontenible, los accidentes mortales múltiples y el colapso del tránsito urbano son insoportables, el presidente Luis Abinader viene con “un viaje de reformas”.