27 febrero 2023

La ciudad está vigilada por todos lados con cámaras

 


En últimos dos años se importaron 1 millón 683 mil unidades de cámaras con un valor general de 54 millones de dólares


Están por todos lados como ojos que graban y almacenan información de la vida cotidiana. Las vemos en los colmados, avenidas céntricas, en bancas e incluso en las fachadas de miles de viviendas.

El temor a ser víctimas de un robo o blanco de la delincuencia lleva a que cada día más ciudadanos coloquen cámaras de videovigilancia en establecimientos privados y en residencias. Su uso es cada vez más frecuente en centros e instituciones públicas. También están en las calles como una red de videovigilancia compuesta por 5,132 cámaras administradas por el Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 911.

Para gran parte de la ciudadanía, estos dispositivos ya son una necesidad. Esto partiendo de que la inseguridad constituye una de las principales preocupaciones de los hogares en República Dominicana, según estudios y encuestas de percepción ciudadana.

Su adquisición, muchas veces es motivada para que funcionen como una especie de “cuco” espanta delincuentes. Pero la delincuencia desafiante no siempre respeta límites. Es entonces cuando, las imágenes captadas de escenas de robos, violencia y crimen, sirven para la identificación y hasta localización de delincuentes, agresores y homicidas. En muchos negocios, este tipo de aparatos electrónicos representan una inversión obligatoria en crecimiento. A medida que sube la demanda, aumenta su costo.

Estadísticas de la Dirección General de Aduanas (DGA) suministradas a este medio dan cuenta que en los últimos dos años (2021-2022) se importaron 1 millón 683 mil 25 cámaras con un valor general de 54 millones 194 mil 539 dólares. (Precio puesto en puerto o FOB).

Solo el año pasado entraron al país, 796 mil 897 cámaras con un monto total de 31 millones 954 mil 384 dólares. En tanto, en el 2021, se importaron 886 mil 128 cámaras con un valor de 22 millones 240 mil 154 dólares. Los principales lugares de procedencia de estas cámaras son China, Estados Unidos, Corea del Sur y Canadá. También llegan de México, Taiwán, Vietnam, España, Bélgica, Tailandia, Panamá, Italia, Chile, Países Bajos, Hong Kong.

Además, vienen de Albania, Polonia, Uruguay, Argentina, Francia, Colombia, Austria y Puerto Rico. Cabe destacar que como mecanismo de prevención y lucha contra los actos delincuenciales se creó la Ley 171-12, sobre Exoneración de Impuestos a las Cámaras Digitales Utilizadas en los Sistemas de Seguridad en Negocios Privados.

Durante estos últimos años, esta normativa tuvo como objetivo facilitar la adquisición de cámaras de video vigilancia a través de la exoneración del pago de todo tipo de impuestos de importación para su uso en residencia, empresas, propiedades campestres, condominios, colmado, supermercados, hoteles, bares, restaurantes, escuelas, colegios, clínicas, hospitales y lugares afines.

Pero la referida ley, del 16 de julio de 2012, tuvo una vigencia de 10 años que llegó a su fin a mediados del año pasado. Con esto, cesó también el privilegio de exoneración de impuestos de importación de estos aparatos tecnológicos de seguridad.

Es justo la motivación que cita la senadora por Puerto Plata, Ginette Bournigal, para someter, el pasado 8 de febrero, el proyecto “Ley Sobre Exoneración de Impuestos a las Cámaras Digitales Utilizadas en los Sistemas de Seguridad para Uso Público y Privado”.

La pieza fue enviada a la comisión de Hacienda. Uno de sus considerandos describe al sistema de video vigilancia como una herramienta altamente preventiva y disuasoria que complementa la lucha contra la delincuencia.

Precisamente, movidos por la preocupación de que su negocio o sus clientes se conviertan en la próxima víctima de la delincuencia común, los administradores del colmado Frank Deli Market montaron un equipo de cámaras que monitorean el lugar de día y noche. El local está ubicado en el sector Los Prados, en el Distrito Nacional.

“Si pasa cualquier problema, vehículos o gente extraña que quieran hacer sus fechorías, uno lo graba. También se puede identificar robos de carros, baterías. Ya todo el mundo tiene cámaras en su negocio por seguridad”, expresa uno de sus administradores a elCaribe. La tendencia a colocar cámaras de seguridad también crece en los hogares. De hecho, según un estudio de Participación Ciudadana entre las acciones para evitar robos en sus viviendas, se posiciona en cuarto lugar el uso de estos dispositivos con un 26.63 por ciento de participación.

Las acciones reportadas con mayor frecuencia en el grupo de participantes son: poner verjas de hierro (69.23 %), reforzar seguridad de puertas y ventanas (58.58 %) y tener perros (49.11 %). Así consta en el estudio “Diagnostico y Percepción Violencia y Delincuencia”, de marzo de 2022.

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