El sistema de desarrollo de los Medias Rojas de Boston ha presentado dificultad para producir lanzadores en los últimos años, teniendo que remontarnos hasta Clay Buchholz para encontrar el más reciente All-Star como producto natural de las granjas de esta organización.
Esta realidad puede estar encaminada a dar un cambio tras la llegada a Grandes Ligas de Brayan Bello, quien bien presentó dificultad para establecerse al principio de su participación en 2022, carga consigo una montaña de talento que en caso de realizar diversos ajustes lo llevarían a puertas del éxito.
El dominicano pareció no estar listo para el máximo nivel luego de sus primeras 26 entradas de la pasada campaña, un tramo en el que registró la altísima efectividad de 7.27 y los bateadores mantenían control absoluto en su contra al poseer un OPS de .919.
Todo cambió drásticamente con los siguientes 31.1 episodios del pitcher derecho, logrando mayor éxito sobre sus opuestos a ritmo de un promedio de carreras limpias de 2.59, así como el descenso de estos a un OPS de .702.
El resurgir en la segunda parte de su actuación es aquello con que los patirrojos desearían encontrarse una vez iniciada la zafra de 2023, pese a que para este paso varios detalles deberán haber cambiado en el juego de Bello.
Comando deficiente
La calidad evidenciada en los lanzamientos del nativo de Samaná demostró estar por encima al nivel de la liga, pero no fue así con el control que puede mantener sobre estos, algo que embarra y limita lo que puede llegar a hacer.
De acuerdo con datos de Drew Haugen, el arsenal de cinco pitcheos de Bello está clasificado por un Stuff+ de 121.5, lo cual lo ubica arriba del lanzador promedio por un 21 %. Esta estadística mide el valor de carrera esperado de los lanzamientos derivados por su velocidad, movimiento, punto de soltura y diferencia de movimiento respecto a la bola rápida.
En cuanto al desempeño de su comando, el dominicano recibió un puntaje de 97.2 Location+, presentando inferioridad a la media en este aspecto, mismo que es cuantificado por la ubicación horizontal y vertical del plato, mano del bateador y lanzador, al igual que el conteo de bolas y strikes.
Problemas de agotamiento
En busca de lograr convertirse en un abridor preponderante en el ecosistema de las Mayores, Bello debe preocuparse por sostener la estamina en el curso de un partido, evidenciando su dificultad de ir a profundidad en el año anterior.
El derecho sostuvo un porcentaje de apariciones terminando en ponches por cada base por bolas de 18.2 al enfrentar por primera vez a los nueve bateadores de una alineación, aunque bajó hasta 8.1 y -2.1 en la segunda y tercera ocasión, respectivamente.
Alta tendencia a bolas de aire
Sobrevivir al ambiente de Fenway Park no es una tarea fácil para los lanzadores, esto debido a lo amigable de dicho estadio para la ofensiva. Teniendo a este como casa, Bello debe asegurarse de no ofrecer ventaja alguna a sus contrincantes, y mantener la pelota "bajita".
El dominicano vio como la oposición logró en su contra el 24.5 % de sus contactos convertidos en batazos de línea, además de lograr un promedio de .773 cuando esto ocurrió. Para lograr éxito, las bolas de aire deben disminuir a obligatoriedad en su caso.
De forma contraria, la ofensiva bateó rodados en el 55.4 % de las veces contra Bello, cosa que esperanza de que lo anterior pueda mejorar, además de sacar más provecho de los contactos de tierra en el futuro.
Bello se mantuvo la temporada muerta trabajando en sus objetivos de cara al 2023 con la supervisión del Salón de la Fama Pedro Martínez, quien tiene como responsabilidad sostener un año de consagración por lo tanto que necesita del pitcheo la novena de Boston.
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