Una de ellas tiene un novio, con quien espera comprometerse y mudarse en un futuro. Carmen y Lupita Andrade tienen mucho más que un vínculo de hermanas: desde cuando nacieron, comparten pelvis, aparato reproductor, hígado y torrente sanguíneo.
Estas siamesas, nacidas en México, llegaron a Estados Unidos junto a sus padres en el año 2002, con la esperanza de ser sometidas a una cirugía de separación que no logró ser ejecutada en su momento ni tampoco después.
“Si tuviéramos una cirugía de separación, una de nosotras moriría, las dos moriríamos o terminaríamos en la UCI y nunca saldríamos”, reveló Lupita, la menos extrovertida de ambas, en diálogo con Today .
Su condición genética las llevó a tener que afrontar muchos retos a lo largo de su vida. Caminar, por ejemplo, fue uno de los primeros. Encontrar coordinación y balance con una pierna (cada una) supuso un gran desafío al que, con el tiempo, logró anteponerse.
Mucho más que un vínculo de hermanas
Ahora viajan en aviones, van al cine, asisten a conciertos y hasta realizan ejercicio en el gimnasio.
Carmen está estudiando en la universidad para ser enfermera veterinaria y Lupita, por su parte, espera trabajar en el mismo ámbito como técnica.
Dentro de lo que se puede, ambas jóvenes intentan llevar una vida normal, hasta en el ámbito amoroso.
Después de recibir muchos mensajes de hombres con fetiches, Carmen conoció a Daniel, su novio, en una aplicación de citas en el año 2020.
Si bien la ansiedad social le jugó malas pasadas, pues terminaba cancelando los planes a último minuto, logró cosechar una relación sólida con Daniel, con quien espera comprometerse y mudarse en un futuro. La relación, según ella, no supone un problema para su siamesa.
“Es divertido porque me quedo despierta más tarde que Lupita, pero cuando Daniel se queda a dormir, me duermo rápidamente y él se queda despierto hablando con ella”, relató Carmen al medio citado anteriormente.
Con el objetivo de llevar una relación sana, Carmen trata de llegar a acuerdos con Lupita, quien se declara abiertamente asexual.
Uno de estos arreglos incluye dejarla elegir algunos de los planes a realizar en pareja. Aunque quisieran tener hijos, ni Lupita ni Carmen podrían quedar embarazadas, en tanto padecen de endometriosis y cuentan con un bloqueador de hormonas que les impide menstruar.
Carmen y Lupita, una sensación en las redes sociales
Con más de 3 millones de seguidores en TikTok, Lupita y Carmen se convirtieron en una sensación.
En la red social de videos cortos realizan trends, comparten con sus seguidores y revelan detalles de cómo es estar con una persona las 24 horas del día.
Su objetivo al mostrarse de esta manera, tan natural y genuina, es normalizar su condición.
Cuando eran apenas unas niñas, las burlás no faltaban (pues las personas de su edad las infantilizaban) y ahora que tienen 22 años, tampoco.
Si bien fueron muy abiertas con sus rutinas, acuerdos y vida íntima, a menudo deben hacer frente a las críticas e intromisiones de los seguidores poniendo límites.
“Recibimos algunos comentarios desagradables. Mucha gente no está acostumbrada a que las personas con discapacidad establezcan límites. Recibimos muchas preguntas sobre sexo, cómo vamos al baño y cosas por el estilo. Pero debés recordar: no somos solo gemelos unidos, somos personas”, dijo Carmen a Today . Aunque las siamesas comparten ropa, tratan de dar toques diferentes en su aspecto con el color de la montura de las gafas, el corte de pelo, los accesorios y los piercings. De allí que no sea tan difícil identificarlas en los videos que suben a redes sociales.
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