El turismo sexual no se detiene en el municipio de Sosúa, Puerto Plata, pese a las denuncias realizadas por diferentes organismos comunitarios, empresariales y sociales.
Es increíble cómo se puede observar desde tempranas horas de la mañana, hasta muy tarde de la noche a jóvenes, tanto mujeres como hombres, vendiendo sus servicios sexuales al mejor postor.
Muchas veces son menores, quienes andan acompañados de extranjeros, con edad avanzada.
Pese a las quejas de los empresarios hoteleros y una gran parte de la sociedad de Sosúa, las autoridades correspondientes no hacen caso o no saben cómo detener lo que muchos creen que es “un mal necesario”. Al entrevistar algunas jovencitas, quienes decidieron omitir sus nombres, externaron que lo hacen por una necesidad económica “ tenemos familias muy pobres y en ocasiones dependen de nosotros”.
Otras se fueron al extremo y señalan que deciden ejercer la prostitución “ momentáneamente para comprar algún bien material como celular, cadena de oro, televisión a sus padres, hasta pelos postizos”.
“Cuando vemos que en poco tiempo logramos, lo que podríamos conseguir en meses trabajando duramente, lo hacemos cuando tenemos la necesidad de adquirir un bien material”, señaló una de las entrevistadas.
La oferta sexual de Sosúa se ha vuelto ya tan normal que puedes ver niños en los parques jugando y prostitutas al lado ejerciendo esta práctica prohibida todavía en la República Dominicana. Es tan así que muchas familias y residentes se abstienen de no frecuentar determinadas calles o comercios, sobre todo por el temor de ser acosados tanto por hombres como por mujeres, ante el crecimiento de la venta sexual, sin importar el lugar.
Sosúa ha experimentado un gran desarrollo turístico, desde hace años, pero esto ha traído también un comercio sexual .
Las dominicanas entrevistadas entienden que muchos de esos extranjeros se enamoran y hasta les proponen emigrar para tener mejores condiciones de vida.
Algo que llama la atención es que no existen tantos proxenetas, lo cual se debe a que muchas de estas mujeres que ejercen la prostitución son apoyadas por sus propias familias que entiende que a través de esta práctica tendrán más ingresos y mejores condiciones de vida.
Pese al incremento del turismo sexual en la zona, las autoridades se les ha hecho difícil, lograr detener el mismo y perdiendo la batalla de poder sanear esta práctica en Sosúa, Cabarete.
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