. Aunque el Congreso Nacional logró aprobar varias reformas y proyectos durante el 2025, al menos cinco iniciativas consideradas prioritarias no alcanzaron avances definitivos y quedaron pospuestas para el 2026, principalmente por falta de consenso, retrasos legislativos y presiones externas.
Entre las piezas más relevantes que no lograron aprobación figura la reforma al Código de Trabajo, depositada por el Poder Ejecutivo en octubre de 2024. Durante todo el año, el proyecto transitó entre ambas cámaras sin éxito, estancado por las diferencias entre empresarios y trabajadores en torno a la cesantía laboral, un tema que no estaba contemplado en la propuesta original del Gobierno. A esto se sumó la baja asistencia y el desinterés progresivo de los diputados que integran la comisión encargada de su estudio. La discusión se retomará a partir del 7 de enero de 2026. Otra iniciativa paralizada es la nueva ley de libertad de expresión y medios digitales, introducida en mayo de 2025. El proyecto se encuentra en pausa desde hace más de dos meses, según el sistema legislativo del Senado, y corre el riesgo de perimir el 12 de enero de 2026 si no se aprueba antes del cierre de la legislatura. La comisión especial que la estudia ha priorizado otras piezas como el Código Penal y la reforma laboral.
También quedó pendiente la aprobación de la ley que crea la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI). Aunque el proyecto fue reformulado tras la anulación de una versión anterior por el Tribunal Constitucional y cuenta con respaldo de sectores como la Sociedad Dominicana de Diarios, solo ha sido aprobado en dos lecturas en el Senado y en una lectura en la Cámara de Diputados.
En el listado de proyectos retrasados figura además la reforma a la Ley de Seguridad Social, que se debate desde 2022 sin avances definitivos. Aunque fue catalogada como prioritaria en la actual legislatura, el proyecto no fue votado. La comisión bicameral que la estudia concluyó la lectura de varias propuestas y sostuvo encuentros con sectores involucrados, pero la iniciativa también perime en enero de 2026 y deberá ser reintroducida.
Finalmente, el Congreso tampoco avanzó en la ley para regular las candidaturas independientes, ordenada por el Tribunal Constitucional. La Cámara de Diputados elaboró un informe desfavorable que nunca fue presentado ante el pleno, dejando la iniciativa sin decisión formal.
Con este panorama, el Congreso cerró el 2025 con varias leyes clave pendientes, trasladando al 2026 debates que han generado expectativas, tensiones y reclamos desde distintos sectores de la sociedad.
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