Investigadores en Estados Unidos y otros países se preparan para una temporada de influenza potencialmente intensa, impulsada por una nueva variante del virus conocida como H3N2 subclado K.
Aunque la influenza muta cada año, esta versión presenta cambios genéticos que la diferencian de cepas recientes, lo que ha generado preocupación entre epidemiólogos y médicos especialistas en enfermedades infecciosas.
Expertos señalan que esta variante podría evadir con mayor facilidad la inmunidad previa adquirida por infecciones pasadas o vacunación. Según datos preliminares, el virus ya ha mostrado un comportamiento temprano y agresivo en países como Japón, Australia y el Reino Unido, una señal que históricamente ha anticipado temporadas difíciles en Norteamérica.
¿Qué hace diferente a la variante H3N2 subclado K?
La H3N2 es una cepa común de la gripe estacional, pero el subclado K incorpora varias mutaciones que la convierten en una versión menos reconocible para el sistema inmunológico. Investigadores como Scott Roberts, de la Universidad de Yale, explican que se trata de una “prima” de las cepas habituales, no una evolución menor.
Aunque todavía no se ha demostrado que cause cuadros más graves, especialistas como Scott Hensley, de la Universidad de Pensilvania, advierten que su mayor capacidad de propagación podría traducirse en más infecciones totales, hospitalizaciones y presión sobre los sistemas de salud, especialmente tras los viajes y reuniones de fin de año.
Vacuna, síntomas y tratamiento
A pesar de las mutaciones, la vacuna contra la gripe sigue siendo una herramienta clave. Estudios preliminares indican que mantiene una eficacia significativa para prevenir hospitalizaciones, especialmente en niños y adultos mayores. Expertos recomiendan vacunarse incluso en esta etapa de la temporada.
Los síntomas de la gripe suelen aparecer de forma abrupta: fiebre alta, escalofríos, congestión y dolores musculares intensos. Existen pruebas caseras que detectan influenza y covid, útiles para decidir el uso temprano de antivirales como el oseltamivir (Tamiflu), que es más efectivo cuando se administra en las primeras 48 horas.
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