NUEVA YORK._ El narco dominicano Miguel Castillo Moya, ignoraba que una de sus clientas adictas a la heroína y cocaína había muerto por una sobredosis.
Y cuando menos lo esperaba, recibió un mensaje de texto en su teléfono desde el celular del occiso, en el que se le pedía “cuatro marrones y tres blancos”, una clave que se refiere a drogas como heroína (marrón) y cocaína (blanca).
Castillo Moya tomó el mensaje y aseguró la venta, pero no se imaginaba que la llamada fue hecha por una detective encubierta que se hizo pasar por la difunta adicta.
Cuando se dio cuenta, trató de huir y comenzó a gritar improperios, propios del lenguaje obsceno dominicano.
La fiscalía dice que Castillo Moya, es uno de los narcotraficantes en Beverly, 26 millas de Boston que están en la mira por vender heroína letal que ha matado a numerosos adictos de sobredosis. Fue arrestado junto a la dominicana Isabel