La historia de Joaquín Guzmán Loera no podría contarse igual sin un elemento clave desde hace unos 30 años: los túneles; uno de ellos –según la versión de las autoridades—permitió su fuga de una prisión de máxima seguridad el pasado 11 de julio.
Sin embargo, no ha sido esta la única construcción bajo tierra que le ha dado un giro a los negocios criminales y a la vida de El Chapo. “El arquitecto Corona me hizo un túnel bien chingón”, dijo Guzmán en 1987 en una de sus residencias, según consta en una acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos