El mercado de pulgas que acoge a cientos de vendedores informales dominicanos y haitianos, cumple un año de su traslado a un terreno en la utopista Joaquín Balaguer, creciendo en medio del caos.
El día ocho de junio comenzaron las operaciones en el nuevo espacio que funciona con carpas instaladas en tierra y a escasos metros del canal de riego Ulises Francisco Espaillat.