Por su estilo desenfadado y dicharachero en su tren de animación en la televisión y en los espectáculos hay gente que se confunde con Frederick Martínez “El Pachá”.
No saben que Frederick asume en su comportamiento actitudes camaleónicas, algunas de ellas consideradas alocadas, que forman parte del marketing del personaje que proyecta.
Jochy Santos decía en su programa hace una semana, evaluando a los presentadores de la televisión que El Pachá era un “loco”. ¡Ese lo que es, es loco!, dijo.
Claro, lo dijo en el lenguaje coloquial que se acostumbra en este medio al momento de categorizar a la gente, con el lenguaje proverbial, que en modo alguno debe ser interpretado de manera literal.
Pero esa percepción ligera en torno a Federico choca con una realidad en la que no se repara.
¡Atento a sus locuras, el Pachá se mete a mucha gente en el bolsillo!.
Es uno de los comunicadores de la televisión con mejor nivel de información de todo lo que acontece en el país y en el mundo.
Podrá ser cherchoso, pero demuestra con pruebas fehacientes que conoce todo lo que se mueve en los diferentes ámbitos…político, social, económico, artisticos, deportivos.
Hace poco sostuvo un match con Franklin Mirabal en el aire y dejó a todo el mundo asombrado con sus conocimientos del beisbol de Grandes Ligas, con estadísticas y datos propios de un cronista deportivo.
Y cuando interactúa con sus invitados se le siente empapado y con conocimientos de todos los temas que trata.
Y es algo importante y valioso en un comunicador, conductor de programa, porque le permite exhibirse con acierto en su desempeño, en un medio de tanta gente inorgánica y descafeinada, que en la televisión no pasan de ser simples muñecos y muñecas de peluche.