Los pronunciamientos el pasado fin de semana del presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, de que ese organismo no es dueño de la tecnología usada en las pasadas elecciones, sacaron a relucir un elemento hasta ahora desconocido en torno a las negociaciones con la empresa proveedora Indra Sistema.
Se trata del artículo número 8 del contrato firmado entre el entonces presidente de la JCE, Roberto Rosario y el director de la empresa Indra Sistema, Federico Javier Viejo Acosta, que se refiere al lugar y la fecha de entrega de los equipos, pero que también hace referencia a su propiedad.
“La propiedad sobre los equipos contratados sólo pasará a la contratante en el momento que hayan sido totalmente pagados”, refiere dicho artículo en su parte final.
Tomando en cuenta ese elemento y que hasta el momento hay una deuda pendiente por pagar de US$13.9 millones sería que Castaños Guzmán indicó que la JCE no es dueña de los equipos para el escrutinio de los votos y el registro de concurrentes.
"Nosotros solo tenemos esas máquinas como custodia, pero no somos dueños de los equipos, y estamos en conversaciones con sus representantes para buscarle una solución al problema", expresó el presidente del organismo de elecciones el pasado viernes en Santiago.
La proveedora Indra exige de la JCE que salde la deuda pendiente por los equipos servidos, que fueron comprados por US$39.7 millones.
De la controversia
El contrato firmado entre la JCE e Indra Sistema también se refiere en su artículo trigésimo a la solución de controversias.
Precisa que “las partes se comprometen a realizar sus mejores esfuerzos para resolver en forma amigable los conflictos o desacuerdos que pudieran surgir con relación al desarrollo del presente contrato y su interpretación, cuyos términos y condiciones se interpretarán al amparo de las leyes de la República Dominicana”.
Señala además que todo litigio, controversia o reclamación resultante del contrato o relativo a este, a su incumplimiento, su interpretación, su resolución o nulidad será sometido al Tribunal Superior Administrativo (TSA).
Situación de equipos
Una evaluación realizada por la Dirección de Informática de la JCE, determinó que los equipos usados en las pasadas elecciones no están aptos para ser utilizados en procesos futuros.
Estableció que el desempeño de la tecnología fue muy pobre y que desde la primera prueba se detectaron fallos en los equipos; y que en ninguno de los demás intentos se pudo conseguir una transmisión de datos mayor al 74% de los colegios electorales.
“Luego de revisar el diagnóstico realizado a las unidades de registro y escrutinio, y habiendo ponderado los problemas técnicos de los equipos junto con los fallos de software, salvo su mejor parecer, sugerimos no hacer uso de los mismos en procesos electorales futuros”, recomendó el informe técnico.
Actualmente, en un espacio de 1,700 metros, la JCE guarda los más de 42 mil equipos de registro de concurrentes, impresoras y de escrutinios de los votos. Están en un almacén, ubicado a escasos metros de la sede principal, en cajas cubiertas con lonas.
Según ha informado la Junta mensualmente se pagan US$15 mil por el uso del almacén. Conforme al desglose en el lugar hay 16,244 equipos de registros de recurrentes; 16,187 impresoras y 16,134 unidades para el escrutinio de los votos.
Los costos de equipos
39.7
Millones de dólares costaron los equipos del escrutinio de los votos y el registro de concurrentes, usados en las pasadas elecciones del 2016.
13.9
Millones de dólares es la deuda que tiene pendiente la JCE de la compra de los equipos.
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