La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) informó ayer que abrirán los templos católicos a la feligresía para la celebración de misas y demás actos devocionales desde el 3 de junio, pero con limitaciones en la asistencia.
Explicó que la capacidad máxima será de un 30% en la segunda fase de desescalamiento del Estado de Emergencia por el covid-19, un 50% en la III y un 100% en la IV, según las medidas sanitarias y de distanciamiento de la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud.
Agregó que en la II fase, supuesta a iniciar el 3 hasta el 17 de junio, se permitirá a los fieles asistir para las celebraciones eucarísticas y adoración al Santísimo.
En tanto que en la III fase que corresponde del 18 de junio al 4 de julio se restablecerán los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral, a un 50% de la capacidad máxima de los templos.
“En la cuarta etapa que inicia el 5 de julio, se espera retornar a la vida pastoral ordinaria al 100% de la capacidad”, indica un comunicado del CED.
Los obispos integrantes del CED exhortaron a las personas adultas mayores, enfermas o en situación de riesgo continuar desde sus hogares la lectura de la Palabra de Dios, oración y sintonización de las transmisiones de la misa a través de los medios de comunicación del país.
El protocolo de reapertura gradual de la Iglesia Católica establece, entre otras medidas, el uso obligatorio de mascarillas, cuidado de la distancia de dos metros entre bancos y entre personas, a excepción de los familiares de una misma casa; marcas en el piso para indicar donde deben colocarse.
También establece el uso de gel higienizante para los feligreses, plástico protector para los micrófonos y desinfección de los bancos, sillas y objetos litúrgicos al finalizar cada celebración.
No se permitirá tocar ni besar las imágenes sagradas, las pilas de agua bendita continuarán vacías, entre otros.
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