PHOENIX.- Chris Paul sigue en shock –como todos–. El aterrizaje de Kevin Durant en Phoenix ha removido los cimientos de la NBA y ahora llega la hora de ver hasta qué punto impacta en la presente temporada y en las venideras.
Cuestionado por ello, por cómo será el acoplamiento del equipo una vez esté sobre el parqué KD (por ahora está lesionado), Chris Paul admite que deberán pasar por un proceso, pero que el amor por el baloncesto que desprende el ex de Brooklyn, Devin Booker y él mismo, hará que todo acabe funcionando.
«Es cierto que desde mi posición he visto equipos formados así y me he preguntado… ‘Bueno… ¿cómo van a jugar?’. Esa es la reacción natural. Lo que más aprecio en este caso es saber cuánto ama Durant este juego y que para Booker es lo mismo. Así que solo nos queda saber cómo lo haremos, ya que por encima de eso esta la predisposición de ambos, lo cual me da muy buenas sensaciones», explica el veterano base.
Mientras esperan a Durant, los de Arizona han encarrillado la temporada. Una nefasta racha de derrotas les dejó incluso fuera de puestos de play-in, pero han sido capaces de remontar el vuelo para ganar siete de sus últimos 10 partidos y ascender hasta la cuarta plaza de la Conferencia Oeste con un balance de 32-27.
Durant, familia para CP3
Así es. La relación entre Durant y Paul va mucho más allá del tiempo que pasarán juntos a partir de ahora. Han compartido entrenamientos durante años y se conocen realmente bien, lo cual supone otro punto a favor de cara a su unión bajo una misma camiseta.
«Agregar a alguien de ese calibre es tremendo. Lo sé, hablamos de KD. Hemos conversado durante años y hemos entrenado juntos. Esto es salvaje. Todo sucede por una razón y KD es como de la familia. Ahora, tener la oportunidad de jugar junto a él, es algo que me hace sentirme tan emocionado como agradecido», finaliza.
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