Como si se tratara de un hecho común, que pone en evidencia los escasos métodos implementados por las autoridades para proteger a una mujer que haya denunciado un intento de asesinato, la joven Anyelina del Carmen, fue asesinada por su expareja, a pesar de que había denunciado amenazas de muerte.
El movimiento se ha mantenido nulo en actividades, en momentos en que florece un descontento social contra el Gobierno