NUEVA YORK,-Un voraz y arrasador incendio empujado por los fuertes vientos otoñales del sábado, dejó un balance de 17 heridos, entre ellos siete bomberos, nueve bomberos y un policía, reduciendo a cenizas y escombros un edificio de apartamentos en la avenida Broadway cerca de la calle 144 del vecindario
Hamilton Heitghts en el Alto Manhattan.
Unos 200 bomberos tuvieron que combatir durante 18 horas el siniestro, que comenzó en un apartamento del quinto piso y gracias a los poderosos vientos, avanzó hacia el techo y otras viviendas, haciendo casi colapsar la estructura.
Los bomberos dijeron que el edificio fue declarado inhabitable y que el fuego está en investigación.
Los oficiales también rescataron vivas numerosas mascotas, como perros, gatos y aves.
Once familias, de mayoría dominicana, quedaron desplazadas, y fueron reubicadas temporalmente en la escuela de la calle 153, usada como refugio temporal por la Cruz Roja Americana.
La humareda se podía apreciar desde Nueva Jersey, al otro lado del río Hudson. Las llamas consumieron rápidamente desde las 3:15 de la tarde, cuando comenzó.
El fuego fue sofocado a las 9:00 de la mañana de este domingo, dijeron las autoridades.
Entre los dominicanos afectados y que se quedaron sin viviendas, figuran Manuel Rodríguez, Elizabeth Mercado, Guillermo Álvarez y Leidy Núñez, quienes relataron cómo algunos de ellos pudieron salir del edificio en llamas y otros, rescatados por los bomberos.
Núñez, dijo que “gracias a Dios, estamos vivos, no le pasó nada serio a nadie. Lo material se vuelve a conseguir, la vida no”.
Rodríguez dijo que perdió todos sus documentos, incluyendo el pasaporte, las tarjetas de residencia y seguros y otros papeles de importancia, pero está vivo.
Álvarez, relató que buscó desesperadamente a su papá al que no encontraba en medio del siniestro.
El joven dijo que estaba apenado por su madre, la que se dirigía a Maryland, donde celebraría su cumpleaños el sábado.
“Cuando salí y miré hacia arriba, mi edificio estaba envuelto en llamas”, dijo John Farías, de 33 años, quien estaba tomando un bocado al otro lado de la calle justo antes de que estallara el incendio.
“¡No fueron ni siquiera cinco minutos, así, todo se fue!, tengo que comenzar de nuevo. Ni siquiera tengo documentos de identidad”, dijo Farías.
“Estoy devastado, pero estoy vivo y seguro y eso me da una sensación de alivio”, agregó el dominicano desplazado.
Los bomberos dijeron que por suerte, no hubo víctimas fatales.
“En el punto álgido de este incendio, los vientos estaban en su apogeo y el ángulo con el que el viento golpeaba este edificio causó la rápida propagación de este fuego por todo el piso superior”, dijo el jefe de los bomberos, James Leonard, en una conferencia de prensa el sábado en la escena.
“Golpearon en diagonal y el fuego comenzó en la esquina. No podría haber sido la peor posición”, añadió el alto oficial.
Las autoridades inicialmente temían que un inquilino estuviera desaparecido, pero la policía confirmó que el hombre estaba en Carolina del Norte.
El Departamento de Edificios inspeccionó la estructura el sábado por la noche para determinar si es necesario que baje, según Leonard.
Los rescatistas también salvaron a dos mascotas, un gato y un perro, devolviéndole este último a su dueña el sábado.
El gato estaba temblando en una cornisa del quinto piso cuando un bombero lo sacó a la calle.
“Este es un gato con suerte”, bromeó un oficial de los bomberos.
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