Santiago. – La presencia del coronavirus o COVID-19 en la República Dominicana ha obligado a las universidades adoptar la nueva modalidad de educación virtual, una medida que si bien es cierto ha sido retadora y que ante la realidad de la enfermedad se concretiza paulatinamente, no deja de preocupar al sistema de enseñanza superior del país.
La Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), por ejemplo, pese a que ha podido ajustarse a la plataforma virtual para mantener la continuidad en el proceso académico, ha presentado una considerable merma de estudiantes, con cerca de un 20% de la matrÍcula retirada por razones económicas.
El vicecanciller de Gestión, Innovación y Tecnología de UTESA, Frank Rodríguez González, explicó que aquellos estudiantes que sustentan sus estudios con ingresos de un empleo, en estos momentos están suspendidos o se encuentran en proceso de ser despedidos por la crisis como consecuencia del virus.
Dijo que de una matrícula de 20 mil estudiantes en su sede central, en la Ciudad Corazón, permanecen cerca de 17 mil, lo que atribuye a que la academia se ha integrado a la educación virtual en una adopción brusca del nuevo sistema.
Rodríguez González manifestó que para continuar ofreciendo los servicios la universidad ha tenido que hacer descuentos para motivar a los estudiantes, pero también han tenido que hacer recorte de personal, especialmente en el área de mantenimiento para poder asumir los costos que implica la operatividad de la institución.
“Hemos tenido que hacer descuentos para motivar a los estudiantes y hemos hecho recortes de personal de mantenimiento para hacer los ajustes financieros y económicos, para poder soportar esta merma en este tiempo de crisis, prevenir y sobre todo garantizar la sostenibilidad de la institución en este proceso”, señaló.
El ejecutivo de UTESA afirma que, pese a la crisis, esta institución ha sido privilegiada, ya que ha mantenido un alto porcentaje de su matrícula, porque muchos estudiantes están conscientes de la realidad y se han adaptado.
Crisis colateral. Frank Rodríguez González dijo que el Covid-19 también ha impactado de manera negativa a las unidades de servicios y apoyo académicos que funcionan en el campus universitario, las cuales se manejan administrativamente independiente. Dijo que el cierre de esos negocios crea incertidumbre a decenas de personas que ganan el sustento de su familia por medio de esos empleos.
Además, como ha estado suspendida la docencia presencial en UTESA, algunos de los establecimientos comerciales formales y de comida rápida que están situados en los alrededores de la academia, han cerrado sus puertas momentáneamente y otros quebraron por la falta de clientes.
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