El presidente Luis Abinader ha vuelto a ofrecer un discurso repleto de promesas, autocomplacencia e inexactitudes. Sin embargo, la realidad que enfrenta diariamente el pueblo dominicano cuenta una historia diferente. A continuación, algunos puntos clave que destacan la discrepancia entre la realidad y el cuadro que el gobierno intenta pintar, según informa Jhonny Pujols en una nota de prensa enviada a nuestra redacción.
Pobreza y Desigualdad
Aunque se afirma que la pobreza ha disminuido, la realidad muestra que la desigualdad continúa en aumento. Mientras unos pocos ven crecer sus ingresos y negocios, la mayoría de los dominicanos lucha por sobrevivir ante el constante aumento en los precios de alimentos, medicinas y electricidad. El costo de la vida ha aumentado significativamente, y los ingresos no son suficientes para cubrir lo esencial. Un claro reflejo de esta situación es el alarmante incremento del endeudamiento de los hogares dominicanos, con la deuda en tarjetas de crédito pasando de 52 mil millones de pesos en septiembre de 2020 a 93 mil millones en marzo de 2024.
Corrupción y Opacidad
El presidente Abinader se enorgullece de liderar un gobierno contra la corrupción, pero la realidad es muy diferente. Mientras el presidente se felicita a sí mismo, las instituciones y funcionarios de su administración desatienden las solicitudes de información pública, violando la Ley 200-04. Este gobierno, que predica transparencia y honestidad, ignora las múltiples denuncias de irregularidades y falta de ética dentro de su administración, ocultándolas bajo el concepto de «errores subsanables».
Reforma Fiscal y Deuda Pública
Abinader ha anunciado una reforma fiscal que, según él, reducirá la deuda pública y mejorará los servicios. Sin embargo, la pregunta es: ¿quién ha aumentado esa deuda y hacer más precarios los servicios sino su propio gobierno? ¿Quiénes serán los que tendrán que pagar más impuestos? Esa es una cuestión que el presidente evita responder. Bajo su gestión, el país ha acumulado niveles récord de deuda, mientras el gasto en nómina, pensiones y ayudas —muchas de ellas de carácter político— ha aumentado en más de RD$ 200,000 millones, un peso que ahora se pretende trasladar al pueblo dominicano.
Abandono de la Producción Agropecuaria
El gobierno de Abinader sigue prometiendo apoyo al sector agropecuario, pero en realidad ha dejado de lado a los productores nacionales, favoreciendo a un pequeño grupo de importadores y productores extranjeros. Las Visitas Sorpresa y el financiamiento fueron eliminados, dejando a los productores enfrentando desafíos significativos, desde la falta de crédito hasta la competencia desleal. El gobierno no ha mostrado interés en el bienestar ni la prosperidad de los trabajadores del campo dominicano.
Sector Eléctrico en Crisis
Mientras el gobierno de Abinader alardea de avances en el sector eléctrico, la realidad es que los dominicanos enfrentan constantes aumentos en las facturas de electricidad, apagones frecuentes y un deterioro significativo en las redes de distribución debido a la falta de mantenimiento. En 2023, el gobierno gastó el 1.2% del PIB para cubrir las pérdidas de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (Edes), mientras que las pérdidas alcanzan un astronómico 41.9%. Este descuido está empobreciendo aún más a la República Dominicana.
Un Futuro Hipotecado
Abinader habla de un país mejor conectado y más seguro, pero omite mencionar los costos sociales de sus políticas. El pueblo dominicano sigue siendo víctima de promesas vacías mientras enfrenta una creciente inseguridad y una calidad de vida deteriorada.
Desde el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), reiteramos nuestra solidaridad y compromiso con el pueblo dominicano. Continuaremos trabajando y luchando para lograr el bienestar y la prosperidad de todos los dominicanos, no solo de unos pocos privilegiados, concluyó Jhonny Pujols en un hilo de tuits en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
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