Los ladrones nos tienen como tienda, aquí no se puede dejar nada de valor, ya que penetran por cualquier lugar y cargan con lo que quieran”, precisó Karina Saldaña, la secretaria de la escuela de Sordos en Santiago.
Este año han sido víctimas de al menos cuatro robos que han incluidos nueve abanico, los alambres eléctricos y el dinero de la venta de su pequeña cafetería. Para cometer sus fechorías, los ladrones han quitado ventanas,