Sí, es muy triste mirarte al espejo y descubrir esa línea que antes no estaba alrededor de tus ojos; pero es más triste mirar la cartera vacía después de pagar esa crema antiarrugas que promete ser súper efectiva y que viene en un envase pequeñito, pequeñito. Y no me digas que no te ha pasado que recuerdas dolorosamente cada dólar de los ciento y tantos que pagaste, cuando te miras al espejo y descubres que no hay una arruga menos… ¡sino una arruga más! Frustrating.
Sí, hay productos cosméticos muy buenos, pero hay productos naturales que
también lo son y que cuestan bastante menos. Esta vez te proponemos dos opciones DIY, fáciles y baratas para dar batalla a las arruguitas malévolas.
La primera opción antiarrugas es tan fácil como poner una zanahoria mediana partida en la licuadora con un poquito de agua, lo suficiente nomás para licuar. Bate hasta que la zanahoria quede bien molida y espesa. Aplícala en tu rostro por unos 10 minutos. Enjuaga con agua tibia. La zanahoria contiene betacarotenos, que son antioxidantes
muy nobles para la piel. Algo MUY IMPORTANTE: póntela de noche, porque si expones tu rostro al sol luego de este remedio, tu piel podría tomar un tono anaranjado radioactivo que no te va a gustar.
Para la segunda opción necesitas mezclar esta fórmula: 10 gotas de aceite de Argán+1 cucharada de glicerina vegetal+1 hoja de aloe vera+½ taza de agua de rosas. Ponte esta preparación luego de lavar tu cara por la noche y el resto guárdalo en una alacena.
Aplícate el que más te haya gustado con paciencia y constancia, y después nos cuentas cómo te fue.
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