los 54 años de la muerte del dictador Rafael Leonidas Trujillo, el trujillismo continúa gravitando en la sociedad dominicana, siendo su figura evocada en todos los estamentos de la vida nacional.La influencia de los casi 31 años de gobierno dictatorial de Trujillo se expresa tanto en lo económico como en lo político, así como en la inobservancia de los principios democráticos y el avasallamiento de quienes tienen la oportunidad de hacer ejercicio de poder.
Trujillo, que en 1918 había ingresado a la Guardia Nacional creada por las tropas estadounidenses que ocuparon el país en 1916, siendo jefe del Estado Mayor del Ejército, dirigió en 1930 una insurrección militar que estalló en Santiago contra el presidente Horacio Vásquez.
Al presidente Vásquez enterarse de que uno de los ideólogos de la insurrección era Trujillo, decidió renunciar e irse al exilio para evitar derramamiento de sangre, mientras que el líder rebelde Rafael Estrella fue proclamado presidente interino.
En las elecciones de 1930, Trujillo fue candidato a la presidencia, acompañado de Estrella Ureña como vicepresidente. La campaña electoral se realizó bajo un clima de terror provocado por Trujillo y su banda paramilitar conocida como La 42. Trujillo ganó con el 45% de los votos emitidos por el 25% de los votantes y el 16 de agosto de ese año fue proclamado presidente.
Régimen de terror
Trujillo gobernó el país desde 1930 hasta 1961 y su paso por el poder se caracterizó por el terror expresado en la opresión y el asesinato, el dominio absoluto de todos los poderes del Estado, las constantes violaciones a los derechos humanos, la acumulación de riquezas y el despotismo.
Tras 31 años de dictadura, y luego del fracaso de la invasión de Constanza, Maimón y Estero Hondo, el 14 de junio de 1949, la matanza de nacionales haitianos en 1937, así como del asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, un grupo de hombres se dio a la tarea de poner fin a la satrapía, por lo que el 30 de mayo de 1961 el dictador fue emboscado y muerto cuando se dirigía a San Cristóbal.
Los complotados eran Salvador Estrella Sadhalá, Antonio Imbert Barrera, Luis Amiama Tió, Antonio de la Maza, Huáscar Tejeda, Luis Manuel Cáceres, teniente Amado García Guerrero, Roberto Pastoriza y Pedro Livio Cedeño, y para la ejecución del golpe de Estado se contaba con el mayor general José René Román García (Pupo), entonces secretario de las Fuerzas Armadas.
De ellos, Imbert Barrera, declarado Héroe Nacional, y Amiama Tió quedaron con vida luego de la represión de la familia de Trujillo, encabezada por su hijo
Ramfis.
El dictador acaparó toda una gama de empresas
Trujillo era dueño de la Compañía Anónima Tabacalera, al menos 15 ingenios azucareros, Fábrica Dominicana de Calzado, Pinturas Dominicanas (Pidoca), Seguros San Rafael, Sociedad Industrial Dominicana y la Refinadora de Aceite de Algodón, Molinos Dominicano, Fábrica de Cemento, Fábrica de Sacos y Cordelería, Fábrica de Vidrio, Industria Nacional del Papel, Atlas Comercial, Caribbean Motors,
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