Alega que no había una orden de arresto en su contra y que no fue detenida en flagrante delito
Cuando el sacerdote Geraldo Ramírez Paniagua llamaba a los jueces a cumplir con su misión de imponer justicia y aplicar las leyes de manera eficiente, al pronunciar la homilía por el Poder Judicial, un hombre, que se identificó como “comunitario”, irrumpió el solemne acto al gritar “!hay hambre de justicia!”.